#ElPerúQueQueremos

LA MAFIA SE DESCOMPONE...

Detención de Keiko, duro golpe a la mafia

CENTRO DE ESTUDIOS DEMOCRACIA, INDEPENDENCIA Y SOBERANIA (CEDIS)

Publicado: 2018-10-10


La detención de Keiko Fujimori, dictada el 10 de octubre; y las elecciones del pasado 7, han implicado un duro golpe a la Mafia Keiko-Alanista y han generado un nuevo escenario nacional signado, además, por las contradicciones crecientes entre el Poder Ejecutivo y el Congreso de la República, que busca usar el referéndum de diciembre en su propio beneficio. Esos hechos, unidos al escenario latinoamericano, particularmente delicado por la ofensiva del fascismo en el Brasil; colocan la crisis peruana en un marco complejo del que el movimiento popular debe extraer significativas lecciones.

EL 7 DE OCTUBRE, LA FUERZA DEL PUEBLO SE HIZO PRESENTE

Los medios de comunicación y la “prensa grande” se empeñan en mostrar la elección de Jorge Muñoz a la alcaldía de Lima como el acontecimiento principal de los comicios del 7 de octubre pasado. Lo hacen, porque quieren “levantar” la imagen de un Partido grato a sus ojos -Acción Popular-, pero también porque buscan ocultar un hecho de innegable valor: la masiva votación lograda por fuerzas del pueblo en varias circunscripciones del país, entre las que destacan tres regiones de vital importancia: Junín, donde fue electo Vladimir Cerrón –de Perú Libertario-; Moquegua, donde se alzó con la victoria Zenón Cueva, caracterizado líder popular; y Puno, donde Walter Aduviri fue ungido para asumir la conducción de la región.

En estas tres regiones del país se impuso largamente un movimiento popular que ha protagonizado significativas jornadas de lucha. En ellas, ha afirmado unidad, organización, conciencia política y capacidad de combate. Y, en forma paralela, ha producido liderazgos calificados, ajenos a las deformaciones burocráticas y adocenadas de la “Izquierda” oficial. Esa Izquierda, en contra partida, ha sufrido significativas derrotas, Sus expresiones políticas y sus candidatos, no han sufrido reveses casuales, sino derrotas concretas, de las que debieran extraer lecciones perdurables.

Desde un inicio dijimos que el error puntual de las direcciones oficiales de los Partidos de la Izquierda era alentar y promover alianzas electorales cuando lo que resultaba indispensable era promover y alentar las luchas populares, a cuyo calor debían gestarse acciones unitarias de carácter política y emerger los liderazgos naturales, derivados de la confrontación de clases.

Al sostener nuestra propuesta, nosotros no descubrimos la pólvora. Simplemente leímos lo que estaban haciendo los movimientos regionales hoy victoriosos. Ellos, en efecto, unieron a sus pueblos, organizaron a sus pobladores, elevaron su conciencia política y lucharon con ellos por sus propias banderas. Tal comportamiento, por lo demás, generó los liderazgos que hoy, se han afirmado. Lo único que nosotros hicimos –observando esa experiencia- fue sostener la necesidad de generalizar ese accionar, y extenderlo a todos los niveles del movimiento popular.

Esa idea no fue solo producto de la teoría, sino expresión de la vida misma. Y se cumplió, entonces, en los lugares en los que se hizo efectiva generando una victoria. En otros, donde esto no fue asumido por uno u otro motivo, asomaron las derrotas.

LA DERROTA DE LA MAFIA, UN MERITO DE NUESTRO PUEBLO

La estrepitosa derrota del Keikismo que culminara con su encarcelamiento, y el colapso del cogollo alanista del APRA, fue, sin duda, un mérito calificado de nuestro pueblo.

Fue, al mismo tiempo, el resultado del trabajo de masas desarrollado en la capital y otras ciudades del interior del país, por los colectivos sociales, las redes y otros núcleos de opinión que convocaron –sobre todo a partir del 2016- numerosas acciones de masas que permitieron poner en evidencia el papel corrosivo y envilecedor de la Mafia. Marchas, mítines plantones, pronunciamientos, y otras acciones del mismo corte, golpearon la conciencia de millones de personas, entre las que se hallaban incluso segmentos que votaron por el fujimorismo en el pasado, sin entender la naturaleza criminal de su política.

El que hoy hayan ocurrido otros fenómenos, como la postura firme del Presidente Vizcarra en torno al Referéndum y otras disposiciones legales; y un “reacomodo” de ciertos sectores de la burguesía que ahora buscan “tomar distancia” del fujimorismo porque no desean verse, una vez más, comprometidos con sus vilezas; ha servido adicionalmente para que se acredite la derrota de la “opción naranja”.

Aunque Keiko Fujimori se precia de haber ganado 3 alcaldías provinciales y 47 distritales; hay que recordarle que fueron 196 las alcaldías provinciales en juego; y 1,874 las distritales; de modo que la diferencia luce abismal para los ojos de cualquier lector, por desprevenido que sea. Por lo demás, esas precarias “victorias”, han ocurrido en lugares muy alejados y distantes de los centros políticos. Objetivamente, la señora “K” -y el señor AG- han sido los grandes derrotados de esta jornada. Y por eso han reaccionado agresivamente procurando aferrarse a la defensa del Fiscal de la Nación, Pedro Gonzalo Chávarry como su última tabla de salvación para no verse procesados por delitos de alto voltaje consumados contra el pueblo.

A la derrota electoral del Keikismo hay que añadir, por cierto, la decisión de la Corte Penal que dejó sin efecto el Indulto concedido en diciembre pasado al Alberto Fujimori, quien deberá retornar a prisión para cumplir allí los 25 años de cárcel a los que fuera sentenciado en el año 2007. Y también, por cierto, la orden de detención dictada contra Keiko Fujimori, hehco que parecíaun imposible hace apenas algunas semanas.

Inmediatamente de conocida la noticia referida a la anulación del indulto, el reo corrió cobardemente a “asilarse” en la Clínica Japonesa –que vergonzosamente lo protege- y desde ese lugar –que considera seguro- envió un “mensaje” que lo pinta de cuerpo entero. En lugar de asumir su responsabilidad, clamó piedad, pretendiendo dar lástima. Reflejo, sin duda, de su inconsistencia y su fragilidad, cubierta en el pasado por los gruesos mecanismos de la corrupción.

A LOS 50 AÑOS DE 1968, HAY QUE DEFENDER LAS RIQUEZAS NACIONALES

Como una manera de afirmar la soberanía nacional, hay que enfrentar los intentos de la clase dominante, orientados a entregar la riqueza patria a consorcios extranjeros. Las denuncias formuladas por el Congresista Manuel Dammert Ego Aguirre de “Nuevo Perú” y que ponen en evidencia acuerdos lesivos respecto al petróleo y el gas; así como la denuncia de los trabajadores del mar en torno la entrega de puertos a empresas privadas vinculadas a capitales chilenos; deben ser respaldadas.

Ellas ameritan un comportamiento definido de las fuerzas políticas existentes en el escenario nacional, pero también exigen una definición clara de los trabajadores y sus organizaciones representativas, de los intelectuales, profesionales, técnicos y otros segmentos de la sociedad peruana; así como la movilización activa de trabajadores, mujeres, jóvenes, y otros entes representativos de la vida nacional.

Hoy, cuando se recuerdan los 50 años de la insurgencia militar de 1968 y el legado patriótico de Juan Velasco Alvarado y de quienes los secundaron, es indispensable que los peruanos afirmen su conciencia, que no está representada sólo en un equipo de futbol, sino en un comportamiento ciudadano acorde con los requerimientos del país, en defensa de sus riquezas básicas y los intereses de su pueblo.

Sólo de esa manera será posible, realmente, honrar las gloriosas tradiciones y nuestra más rica historia.

No hay que olvidar que la Dignidad Nacional no es una frase, sino un contenido. Y que mediante él se expresa la voluntad de un pueblo consciente de sus deberes y responsabilidades.

Hay que señalar sin embargo, que el homenaje que nuestro pueblo ha rendido al cincuentenario de la fecha histórica -3 de octubre de 1968- no ha alcanzado los niveles requeridos. Los Partidos de Izquierda, las organizaciones sindicales y distintos segmentos ciudadanos, han estado ausentes y optado por el silencioso ante una fecha de esta magnitud. No han obrado de ese modo por falta de identificación con el proceso, sino apenas por lenidad; pero, además, por estar dedicados prioritariamente a sus tareas electorales vinculadas a los comicios del domingo 7. Una prueba más de la errática tendencia a colocar por encima de sus deberes políticos, los apetitos coyunturales de menor cuantía.

PELIGROSO ESCENARIO CONTINENTAL

Nadie puede negar que el escenario continental es hoy particularmente peligroso. Mientras en diversos países se recuerda el 51 aniversario de la muerte de Ernesto “Che” Guevara, asesinado en Valle Grande el 9 de octubre de 1967; la amenaza del fascismo se cierne sobre Brasil, el más extenso país de América del sur y una de las más importantes potencias de nuestro tiempo.

EL EJEMPLO DEL CHE

51 años después de su muerte, la imagen del “Che” perdura en la mente y el corazón de millones de personas en todos los países. Su lealtad a la causa revolucionaria, su valor personal, su coherencia ideológica y su capacidad de sacrificio; trasuntan fronteras y lo sitúan como un ícono universal en la consideración de los pueblos.

El valor principal de Ernesto Guevara –lo reconocen todos- fue su empeño por hacer realidad lo que pensaba. Creyó, en una determinada etapa del proceso revolucionario continental, que había llegado la hora de tomar las armas y crear focos guerrilleros en diversos países. Y no envió a la muerte a nadie, para comprobar su teoría; sino que fue él mismo, arriesgando su vida, que finalmente entregó en holocausto. Fue leal a sus propias convicciones, entonces, a diferencia de quienes creyeron en lo mismo y predicaron esa causa desde cómodas ubicaciones urbanas que nunca pusieron en riesgo.

Hoy se reconoce sin embargo, que el Che no fue sólo un guerrillero. Fui, además, un hombre de Estado. Diseñó políticas concretas, programas de gobierno, teorías económicas y basamentos de moral, y ética revolucionaria. Fue una figura completa, y ujn paradigma para las nuevas generaciones. Capaz de forjar una nueva moral, es ahora un símbolo de los pueblos en la lucha por una sociedad mejor. Los esfuerzos por denigrar su imagen, implementados en todos los países, por la clase dominante, han fracasado en toda la línea. Como decía José Domingo Choquehuanca con relación a Bolívar, en nuestro tiempo, la gloria del Che crece, “como crece la sombra cuando el sol declina”.

BRASIL: PRESA DEL FASCISMO

El próximo 28 de octubre tendrá lugar la “segunda vuelta” electoral en los comicios presidenciales brasileños. En ella, se enfrentarán dos alternativas polares. Por un lado-y como ganador en la ronda del 7 de octubre- el ex capitán de ejército Jair Bolsoonaro. Y por otro, Fernando Habdad, el candidato del PT, que obtuviera el 29%de los votos en la primera consulta.

El primero representa, sin medias tintas, el fascismo redivivo. Reivindica como su “arma de guerra” la persecución política, la discriminación racial y de género, la xenofobia y la homofobia, el uso de la tortura, y la pena de muerte. El segundo, el respeto a los valores democráticos y los derechos humanos, la participación ciudadana y la protección de los derechos laborales de los trabajadores, el respeto a las conquistas sociales de la población, y el imperio de las normas legales en todos sus segmentos.

Tras la propuesta de Bolsonaro están las fuerzas que se empeñaron en dar al traste con el gobierno del Partido de los Trabajadores, personificado en las gestiones de Luis Ignacio “Lula” Da Silva y Dilma Rousseff. Al primero de ellos, lo mantienen abusivamente en prisión y condenado sin prueba alguna. Y a la segunda, la derrocaron mediante un Golpe de Estado parlamentario que les permitió imponer –como régimen “transitorio”- al gobierno corrupto y descalificado de Michel Temmer, quien sí está con un pie en la calle, por verdadera corrupción.

Richard Nixon dijo en los años80, aludiendo a la importancia estratégica del Brasil: “A donde mire Brasil, mirará América Latina”. Aunque hoy puede lucir desmesurada la expresión, ella refleja la mira del Imperio. Para la Casa Blanca, Brasil es una pieza fundamental en nuestro continente y debe simbolizar el derrotero de los gobiernos de la región. Por eso buscan apoderarse a cualquier precio de los resortes del Poder en ese país como una manera de orientar el camino a seguir por parte de los gobiernos de la región. Asegurar que el fascismo lidere América Latina, resulta esencial para los planes guerreristas de Donald Trump.

El futuro del Brasil, sin embargo, no se jugará solo en el territorio de ese inmenso y rico país. La amenaza del fascismo trasunta las fronteras de la patria de Castro Alvhes, “El Cantor de los Esclavos” y se alza como un peligro real para toda la región. Desde el Basil de Bolsonaro, en efecto, el Imperio impulsará e implementará toda su estrategia ofensiva contra la Venezuela Bolivariana y en protección al régimen neo fascista de Iván Duque en la Colombia de hoy

Enfrentar ese peligro, constituye un deber esencial para todos los pueblos de nuestro continente, y tarea que deberá ser cumplida desde todas las trincheras de lucha de las que dispongan las fuerzas avanzadas del concierto americano e internacional.

LA LUCHA CONTINUARÁ EN TODOS LOS ESCENARIOS

Es claro que, en este contexto, la lucha de los pueblos continuará en todos los escenarios.

Hay que librar importantes batallas por delante en defensa de la soberanía de los Estados, La Independencia de las Naciones y la verdadera Democracia, que no tiene nada que ver con esta seudo estructura formal de la clase dominante, que constituye una burla para las grades mayorías de todos los países.

La Unidad, la Organización, la Conciencia y el accionar combativo de los pueblos, están planteados a la orden del día.

Lima, octubre del 2018

Centro de Estudios “Democracia, Independencia y Soberanía”


Escrito por

nuestrabandera

Prensa nacional de izquierda


Publicado en

Nuestra Bandera

Prensa nacional de izquierda