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ASI TERMINÓ LA BANDERA DEL PERU EL 2017

¡Por un nuevo año de lucha y de victorias!

CENTRO DE ESTUDIOS “DEMOCRACIA, INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA”CEDIS

Publicado: 2017-12-27


A todos los peruanos:

A pocos días de concluir el convulso año 2017, queremos desear a todo nuestro pueblo, y a todos los pueblos del mundo, un mejor y venturoso año 2018, en el que se avance en la lucha por afirmar un camino de auténtico progreso, bienestar y paz, que sólo se conseguirá con el accionar independiente de los trabajadores.

En nuestro país, las últimas semanas del año que concluye han estado signadas por acontecimientos inesperados: la ofensiva de la Mafia en torno a la Vacancia Presidencial y el funesto Decreto de Indulto dispuesto por PPK en beneficio del genocida Alberto Fujimori; medida que ha generado el más franco y legítimo rechazo ciudadano.

La polarización social derivada de estos acontecimientos dio lugar a importantes movilizaciones de masas en Lima y en otras ciudades del país, y abrió un cuadro de duro enfrentamiento social que no cejará en la voluntad de miles de la ciudadanía movilizad a lo largo y ancho del país. En nuestra capital, pero también en Huancayo, Arequipa, Cusco, Puno , Ayacucho y otras ciudades, miles de personas se volcaron a plazas calles y avenidas para repudiar enérgicamente esta disposición abyecta que “perdona” crímenes atroces, sin respeto alguno por la memoria nacional.

Aun antes del pasado 21 de diciembre, la Mafia ya cantaba victoria. Su propósito en ese momento, era “blindar” a Keiko Fujimori asegurándose que no tuviera que comparecer ante los requerimientos del Estado por sus vínculos con Odebrecht, por lo cual habían programado diferir por tercera vez las diligencias dispuestas por el Ministerio Público. Querían eludir a la justicia, asegurando un escenario nacional distinto, con un nuevo Gobierno en manos del Presidente del Congreso; y dispuesto a convocar nuevas elecciones que consagraran su Poder el próximo 28 de julio.

Como preparación de ese hecho, buscaban destituir al Fiscal de la Nación, cambiar la composición del Tribunal Constitucional y consolidar su dominio sobre la estructura del Estado. Fracasado el intento por la votación parlamentaria del 21 de diciembre, Pedro Pablo Kuczynski, planteó al país un nuevo desafío: la excarcelación del más calificado reo en cárcel, el dictador Alberto Fujimori, condenado por delitos de Lesa Humanidad, insólitamente beneficiado con una ominosa “gracia presidencial”.

PPK OFENDIÓ AL PAIS CON UN INDULTO REPUDIABLE

El “indulto” concedido el 24 de diciembre, es consecuencia de la errática conducta de PPK, orientada siempre a ponerse al servicio del Fujimorismo. Pero, además, constituye una alevosa traición al Perú, y a la ciudadanía entera. Como es de dominio público. Pedro Pablo Kuczynski, candidato presidencial enfrentado a Keiko Fujimori el 2016, se comprometió públicamente a no liberar al Genocida encarcelado. Acosado por la prensa y bajo la presión de la Mafia, llegó sin embargo, a admitir la posibilidad de concederle “prisión domiciliaria”, si estaba en la condición de un enfermo terminal”.

No obstante que eso no ha ocurrido, y que –como ha quedado demostrado- el beneficiado por la disposición presidencial goza de una salud bien atendida, el Jefe del Estado le ha concedido un favor inusitado, y absolutamente inmerecido. Hay miles de presos en el Perú, autores de delitos menores, que tendrían mucho más derecho que Fujimori a un “indulto humanitario”. Este, como se sabe, fue condenado en un legítimo proceso judicial, a 25 años de cárcel, por la comisión de delitos de Lesa Humanidad, que mucha gente ha recordado. Pero al mismo tiempo, ha hecho gala de un cinismo repudiable. No ha reconocido sus crímenes, ni ha pedido perdón a las víctimas de su política asesina ni a sus familiares. Tampoco ha pagado un centavo de la reparación civil” a la que estaba obligado, ni ha devuelto nada de los ingentes recursos que sustrajo del erario nacional. No hay que olvidar que se llevó incluso Barras de Oro del Banco Central de Reserva, además de otros valiosos tesoros nacionales, que fugó del país llevando alrededor de 500 maletas llenas de documentos, videos. Bienes y videos, y que nunca dio cuenta de nada. Incluso, se negó a revelar al paradero de los 15 mil desaparecidos en los años de la “guerra sucia”, y que nunca quiso admitir la comisión de alevosos delitos contra la sociedad.

Cínicamente ahora aparece pidiendo un supuesto perdón a quienes “se vieron frustrados” por su gobierno. En verdad, debió pedir perdón a quienes asesinó, torturó o desapareció impunemente y a sus familiares, a las mujeres a las que esterilizó, a los niños a los que privó de sus padres, o a los trabajadores a los que a arrebató su puesto de trabajo. Pero, además, debió devolver lo que se robó, y que aún mantiene a buen recaudo, viviendo él y sus hijos a expensas del país.

Por todas estas razones, la protesta ciudadana es absolutamente justa y legitima. Ella encarna la voluntad de millones de peruanos que han combatido a lo largo de muchas décadas por la democracia, el progreso, el desarrollo social, la liberación nacional y el socialismo. No sólo trabajadores, sino también jóvenes, mujeres, ancianos, peruanos de toda condición, se sienten en el deber de movilizarse y protestar promoviendo marchas, acciones y luchas que se han legitimado por la justeza de la bandera que enarbolan.

La lucha contra el Indulto, debe servir para unir a todo el movimiento popular, organizar a las masas, elevar el debate político nacional y promover y alentar grandes movilizaciones en todo el país. No es este el momento de toar distancia de un grupo u otro, de desdeñar la participación de algunos, de promover reproches, ni rencillas menores. Este es el momento de sumar, de crecer, de acumular voluntades en la tarea de construir una verdadera alternativa popular y democrática que sirva al país en la etapa que se inicia. Hay que convertir a nuestro pueblo en una verdadera y legítima fuerza que resulte capaz de transformar la vida peruana, recuperando los verdaderos y auténticos valores nacionales.

EN EL PERU OCURRIERON GRANDES ACONTECMIENTOS EN EL AÑO QUE CONCLUYE

El 2017 fue un año en ricos acontecimientos que alentaron el accionar y la lucha de los peruanos. Cono se recuerda, fue el año del Centenario de la Revolución Socialista de Octubre, que se celebró en el mundo -y también en nuestro país- haciendo honor a tan significativo acontecimiento de la historia. Desde enero hasta diciembre, en nuestra patria, y bajo el auspicio del Comité Peruano creado especialmente para ese efecto, tuvieron lugar trascendentes acontecimientos. Quizá si los más significativos fueron el Simposio inaugurado en el Congreso de la República el pasado 25 de octubre, y el acto central del Centenario celebrado en la Casa de Maestro el mismo 7 de noviembre en medio de un clima de legítima unidad y de júbilo.

Pero la primera movilización combativa de nuestro pueblo ocurrió en la capital, en la zona de Puente Piedra, cuando miles de pobladores volcados en la calle, logaron hacer retroceder a las autoridades que habían dispuesto el pago de elevadas tarifas de peaje en la Panamericana Norte. Fue esa la primera clarinada popular que mostró la fuerza del pueblo organizado en esta nueva etapa de la vida nacional.

Desde los primeros meses, ocurrieron también acontecimientos dolorosos. Los problemas climáticos, unidos a la miseria material que afecta a nuestro pueblo, derivaron en ingentes daños que afectaron la vida de las poblaciones costeñas. Particularmente entre los meses de febrero y abril ocurrieron desastres que golpearon severamente ciudades y regiones enteras: Tumbes, Piura, Chiclayo Trujillo, Chimbote, Huarmey y otras localidades, sufrieron daños inmensos generando una situación que no ha sido aún revertida por el Estado. En nuestra capital, asentamientos humanos y pueblos jóvenes ubicados en las laderas de la ciudad, sufrieron también duros embates y se convirtieron en retos de singular magnitud. La valentía y el arrojo de Evangelina Chamorro Díaz, la “Mujer de barro” que salvó su vida en el Cono Sur de la ciudad capital, fue en buena medida el símbolo del coraje y la voluntad de nuestro pueblo.

En el mes de mayo, el XV Congreso del Partido Comunista Peruano abrió un camino de esperanza para la recuperación de la izquierda revolucionaria en el país afirmando sus objetivos de clase y renovando en sentido positivo su cuadro dirigente En el mismo periodo, se denunció el drama de 24 niños, entre 7 y 14 años, hijos de mineros de Cerro de Pasco, que llegaron a nuestra capital con graves lesiones pulmonares generadas por relaves mineros. Ellos se instalaron -con sus padres- ante el Ministerio de Salud demandando atención que el Estado no fue capaz de brindar.

Poco después, ocurrió el horrendo drama de los “jóvenes esclavos”, que murieron calcinados en el incendio de las Galerías Nicolini en “Las Malvinas”. Ellos trabajaban encerrados en contenedores metálicos y no pudieron ser rescatados en medio del horror ciudadano. Jorge Luis Huamán Villalobos y Javi Herrera Alania, se convirtieron en símbolos de la opresión capitalista y de la voracidad insaciable de los explotadores que no vacilan en esclavizar personas para acumular fortunas.

En el mes de julio, el ex Presidente de la República Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, fueron encarcelados, luego de sufrir alevosos ataques de la “Prensa Grande”, situación que se mantiene aún hoy pese a que contra ambos no existe acusación penal ni proceso pendiente. Al margen de diferencias políticas -que las hay- el caso revela la venganza de la clase dominante contra un Presidente que jugó cartas distintas en algunos episodios de la vida nacional y mantuvo una política exterior independiente pese a las presiones del Imperio.

En el mismo mes el país recordó los 40 años del Paro Nacional del 19 de julio de 1977 y subrayó el papel de los trabajadores en la lucha por la afirmación de un proceso social más justo y más humano, no sólo en defensa de los derechos de los trabajadores sino en el combate por la democracia, la independencia y la soberanía nacional, enfrentando también las presiones de la oligarquía y el imperialismo.

Estas presiones se tornaron aún más evidentes durante el primer año de la gestión del Presidente Kuczynski y se expresaron en una ofensiva brutal contra el gobierno Bolivariano de Venezuela, llegándose al extremo de disponer el retiro de su embajador del territorio peruano. Esta política luego se extendió contra la República Democrática y Popular de Corea y hasta contra la embajadora Sajarahui, a la que se le expulsó del país sin consideración alguna. El gobierno usó esta campaña en la cita de Cancilleres de la OEA, celebrada en el mes de agosto, cuando buscó obtener sanciones contra Venezuela. A fracasar en ese intento, se empeñó en crear el llamado “Grupo de Limas”, para alentar sanciones contra la Patria de Bolívar.

En los meses de julio, agosto y septiembre la huelga nacional del Magisterio marcó un hito en la lucha popular. Los Docentes de todo el país combatieron con firmeza y lograron derrotar al gobierno alcanzando conquistas aportando valiosas experiencias. Sus movilizaciones despertaron adhesión ciudadana y simpatía popular. La fuerza del movimiento obligó incluso al Jefe del Estado a renunciar a su viaje a Naciones Unidas y a su visita al Vaticano, forzándolo a hacer cambios en su gabinete ministerial.

En los meses de octubre y noviembre el pueblo peruano celebró de manera jubilosa la clasificación del Perú para el campeonato mundial de futbol que se desarrollará en Rusia entre junio y julio del 2018. El deporte más popular se convirtió, de este modo, en síntoma de recuperación nacional en un país agobiado por una constante crisis.

En los meses de octubre y noviembre se denunciaron las maniobras militares de Tabatinga, localidad situada en el Trapecio Amazónico. Allí, en la triple frontera, entre Colombia, Brasil y Perú, fuerzas militares abastecidas y organizadas por el Comando Sur de los Estados Unidos, programaron acciones intimidatorias contra Venezuela, que fueron puestas en evidencia en nuestra patria.

Finalmente, en el mes de diciembre ocurrieron los hechos que comentamos en un inicio: la ofensiva de la Mafia por derribar al gobierno y tomar en sus manos todos los resortes del Poder; y la capitulación deshonrosa de PPK que concedió un “Indulto” repudiable a Fujimori.

EN EL MUNDO, HIZO CRISIS LA POLITICA IMPERIAL

Los cambios registrados en el escenario mundial se anuncian como crisis de la civilización de nuestro tiempo. Estos cambios sin embargo, no son unidireccionales. Pueden significar el inicio del destrabe de los grandes problemas que afectan a gran parte de la humanidad que nos abra camino hacia una vida mejor; o contrariamente, con el nivel de tecnología militar y armas de destrucción masiva, que existen actualmente, pueden deslizarse por sendas que conduzcan a guerras y a la autodestrucción humana. Aunque, al decir del connotado, y ya desaparecido luchador uruguayo, Rodney Arismendi, “la plasticidad de la realidad es infinita y es muy difícil, por no decir imposible, prever con exactitud el camino por el que transitaran los grandes movimientos y acciones humanas”. Podemos, no obstante, a partir, de algunos hechos políticos que consideramos relevantes, intentar visiones, de importancia mundial, que podrían perfilarse en el horizonte.

Uno de esos hechos centrales fue protagonizado hace unos meses, por China, reconocida por especialistas y conocedores como la potencia económica y cultural que muy pronto ocupará el primer lugar en el escenario económico y político mundial. Se trata del relanzamiento de la Ruta de la Seda. El presidente de China y recientemente elegido Secretario General en último Congreso del PCCH, XI Jinping invitó entonces a todos los países y actores mundiales a participar en el esfuerzo por ‘’construir un destino común para la humanidad’’. La importancia de la propuesta radica no solo en el potencial económico del proyecto que abarca un espacio por el que se prevé se puede mover alrededor del 60 por ciento del flujo económico mundial. La idea lanzada por Xi Jinping en el 2013 intentaba conectar China a los países europeos, reforzar la cooperación entre Asia y África. La ruta permitiría crear una red de transportes del pacifico al Báltico, reducir los obstáculos para el comercio e inversiones y fomentar el pago en monedas nacionales. Hoy, por lo que se conoce, el proyecto avanza, no solo incluye Rusia también países de medio Oriente y la India, además China ya aprobó cinco grandes proyectos, financiados, de infraestructura de transporte y comunicación con tecnología de punta.

La importancia del proyecto lanzado por China, consiste en que ‘’pone los pies’’ firmemente en el terreno que ha creado el nuevo contexto mundial y sale al encuentro de la necesidad de resolver los grandes problemas que enfrenta la humanidad desde un punto de vista colectivo. Queda claro con ello que la llamada globalización, si bien ha llegado para quedarse, no tiene sin embargo un solo carril por donde transitar.

La gran marcha de la sociedad humana hacia un porvenir mejor ha empezado y al parecer los pueblos ven cada vez con más claridad el camino que deben seguir. No es puramente casual, lo hemos dicho antes, que Rusia y China, después del colapso de la URSS y los desencuentros que tuvieron y están registrados en la historia política de los últimos tiempos, hayan establecido una alianza estratégica que se ha convertido en un pivote aglutinador y de apoyo a los pueblos y países que quieren salir de las miserias y dependencia que padecen por las políticas neoliberales de las élites sometidas y sumisas a los intereses del imperio norteamericano. Recordemos que esto ha sido posible por el legado del socialismo que empezó su vigencia con la Revolución Socialista en Rusia pero formo parte de un mismo proceso mundial que incluyó también el protagonismo de la revolución China.

Eso es lo que explica la aparición y desarrollo de los BRICS, el apoyo que brindan a Cuba, Nicaragua y Venezuela en nuestras tierras, el incremento de sus vínculos comerciales con América Latina, Europa, medio oriente y África etc. La derrota del terrorismo en Siria gracias al ejército de Damasco y al apoyo del ejército ruso, el reordenamiento geoestratégico de los países de Medio Oriente, los pasos en la unificación de libia etc. Son muestra clara los progresos de las fuerzas avanzadas en esa zona y del fracaso de las políticas imperiales. Muchos analistas coinciden en señalar que estos procesos forman parte de un nuevo orden internacional cuya característica básica será el surgimiento de un mundo multipolar

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Pero como sabemos, y la historia y los hechos actuales se encargan de recordarlo, lo viejo se empeña en eternizarse. Las élites monopólicas y de las mega corporaciones, colocadas en el centro del poder del imperio norteamericano, de una sociedad que ha vivido y vive por encima de sus posibilidades gracias a la succión de las riquezas generadas en el resto del mundo, creen en su excepcionalidad y pretenden mantenerla por la fuerza. Su mundo se resquebraja pero viven anclados en el pasado. En los últimos tiempos hemos sido testigos de andanadas de amenazas y sanciones que cada vez más resultan irrelevantes. Su inmenso presupuesto militar y planes de renovación tecnológica de la industria militar hablan por sí solos de sus intenciones agresivas y guerrerista. Y es que ellos no podrán vivir nunca en un mundo que comparte esfuerzos para construir un destino común. Un sistema que se basa en la explotación, sólo puede mantenerse por la fuerza, aunque hoy cada vez menos, eso tampoco está garantizado.

La lucha por la paz por la defensa de la independencia y soberanía se impone cada vez más como un deber de las fuerzas honestas y avanzadas de nuestra sociedad.

TAMBIÉN EN NUESTRO TIEMPO, LA LUCHA ES EL CAMINO

Todos los acontecimientos conducen al mismo escenario: la confrontación mundial entre el Imperialismo y los pueblos, se habrá de resolver por vía revolucionaria.

La Revolución Mundial, no es una frase, sino es un objetivo de los pueblos. Y alcanzará las formas y modalidades que pueda eslabonar en cada uno de los países de la tierra; pero en todos tendrá un mismo sentido: la creación de una sociedad en la cual los grandes medios de producción sean de propiedad social, y no privada; y donde el Poder sea ejercido por los trabajadores, y no por los grupos parasitarios tradicionales.

Será en esos marcos básicos donde cada pueblo encontrará su ruta. Los antecedentes históricos, las experiencias de lucha acumuladas, el papel de las Vanguardias, la capacidad de acción de la clase obrera, y la correlación de fuerzas concreta existente en cada país; indicará las manera de acción por las que discurrirá el sentido de la historia; pero en la base misma de la lucha de los pueblos, la UNIDAD jugará un rol decisivo.

En el Perú como en otros países, es indispensable encontrar el eslabón de la cadena, es decir, el punto que servirá para unir y galvanizar las fuerzas, y el que nos permitirá –a partir de allí- transitar hacia un camino de futuro. En las condiciones concretas, esto parece darse a partir de la lucha contra la corrupción y las mafias entronizadas en las altas esferas del Poder. Dialécticamente, el fenómeno Odebrecht está sirviendo para que las grades masas puedan percibir la naturaleza de la Democracia Burguesa, que no es sino la Dictadura de Clase de la Burguesía, que se ejerce contra los pueblos y los trabajadores.

Esta “Democracia” es una farsa que permite que a su sombra, pequeñas camarillas de Poder asuman el con trol de los Estados, se valgan del Patrimonio de los países, se apropien de ingentes riquezas, y usen los recursos públicos en provecho de grandes consorcios imperiales, y en beneficio propio ocultando tras “grandes palabras” su política de rapiña y depredación.

Para hacer frente a estas políticas hay que forjar la unidad más amplia y combatir en todos los terrenos. La batalla de las ideas juega un rol decisivo en esta confrontación, pero ella debe vincularse siempre al combate cotidiano de los trabajadores, y de los pueblos, exigiendo demandas básicas.

El 2018, será en año del bicentenario del nacimiento de Carlos Marx y el cincuentenario del Proceso Patriótico y Anti imperialista que liderara el Perú Juan Velasco Alvarado.

Ambos acontecimientos -con sus obvias diferencias y distancias- deben servirnos para educar y unir a nuestro pueblo enarbolando las invictas banderas de José Carlos Mariátegui.

Lima, diciembre del 2017

Centro de Estudios Democracia Independencia y Soberanía (CEDIS)


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