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un recuerdo en homenaje a los 91 de fidel

CUANDO FIDEL VISITÓ LA PAZ

En homenaje a los 91 de Fidel, un sentido recuerdo peruano

Publicado: 2017-08-13

Por MANUEL ROBLES /  Corresponsal de Prensa Latina

Lo ví varias veces. Una de ellas en La Paz, donde muchachos de secundaria faltaban a clases para pasarse el día en El Prado, frente al hotel Plaza, donde estaba alojado, para sumarse a una espontánea vigilia que no dejaba de corear: "Fidel, Fidel, que tiene Fidel, que el imperialismo no puede con él" y estallaban de júbilo cuando el nunca mejor llamado huésped ilustre asomaba a la ventana a saludarlos con una sonrisa.

Estábamos en la recepción que ofrecía en su honor. Siendo Bolivia un país políticamente más civilizado que otros en los que reina el odio y la intolerancia, había políticos de todos los colores, que acudían a ver al gran estadista, a la historia en carne y hueso.

Yo era corresponsal en La Paz y me había enterado de la confirmación de su visita a la toma de posesión -por segunda y última vez- de Gonzalo Sánchez de Lozada y venía invitado por el saliente mandatario socialdemócrata Jaime Paz Zamora. Solté la noticia, salió al aire, rompiendo una costumbre sellada de que nunca se anunciaba un viaje de Fidel, por cientos de razones, o sea cientos de atentados fallidos o planes de atentados de sus enemigos, EEUU a la cabeza.

De La Habana llegaba mi querido compañero y amigo Lozano, quien me dijo que al Comandante no le había gustado el asunto. En la recepción, me llevó con él y, con el talante propio de los cubanos, le dijo algo así como "le presento a nuestro corresponsal, el que tiró la noticia de que usted venía".

Con una amabilidad propia de su carácter extremadamente fino y cordial, caminó unos pasos entre Lozano y yo y me dijo, con voz suave, que sus salidas al exterior nunca se anunciaban por exigencias de la seguridad, que lo tome en cuenta, pero que no me preocupe, que cada uno hace su trabajo y que yo siguiera haciendo el mío. Esto me lo guardé en el recuerdo y en el corazón.

Y hoy, recordando el cumpleaños del líder que le cambió la vida a mi generación, lo cuento como un homenaje a quien, cuando en millones de años sus ofensores, que se revuelcan en el odio sin resignarse a la grandeza de Fidel, no sean más que petróleo; millones de jóvenes seguirán creciendo con su ejemplo. Feliz cumpleaños, Alejandro.


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