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LA ACTUALIDAD DE MARIÁTEGUI DE CARA AL FUTURO

Finalme nte saliò a luz un libro polémico: "El Optimismo Histórico. El pensamiento de Marategui y nuestro tiemopo", diseñado por Alex Albornoz y prologado por Ricardo Portocarrero       

Publicado: 2017-05-19


LA ACTUALIDAD DE MARIÁTEGUI DE CARA AL FUTURO

Por: Ricardo Portocarrero Grados

La vida y obra de José Carlos Mariátegui parece haber perdido interés en el Perú. Comparado con décadas anteriores, las publicaciones acerca de Mariátegui y los proyectos que impulso (la central obrera, el partido, la revista política-cultural, la prensa obrera y doctrinal) han disminuido notablemente. Pero no así acaso, el número de lectores. Cada día el número de libros de diversas ediciones (originales o piratas, nuevas o de segunda mano) se incrementan notablemente. Ello sin contar las ediciones electrónicas que pueden encontrarse en Internet, tanto oficiales como oficiosas.

Quizá el problema es que los políticos y los intelectuales han dejado de interesarse en Mariátegui y el proyecto socialista, sea cómo críticos o cómo apologéticos. Como diría un economista liberal, hay mucha demanda pero poca oferta. Pero esta demanda no es sólo nacional, es también internacional. Mariátegui es uno de nuestros productos de bandera como exportación no tradicional. De una u otra manera es representante de la Marca Perú, aunque no sea impulsada por el Estado. Así lo reconocen las publicaciones de las obras de y sobre Mariátegui que se realizan en diversos países como México, Argentina, Chile, Venezuela o Colombia.

Hay pues la necesidad de satisfacer una demanda de aquellos que buscan referentes políticos e intelectuales, como parte de un proyecto de cambio en el Perú y en América Latina. Ello es, sin duda alguna, expresión de los tiempos de crisis que vivimos en los últimos años. Crisis que ha motivado volver la mirada a aquellos referentes políticos culturales que ya, algunos despistados, habían sentenciado al olvido.

El presente libro, cuyo autor ha tenido la gentileza de pedirme el presente prólogo, viene a llenar, pues, un vacío en nuestra vida política e intelectual. Para muchos, Gustavo Espinoza Montesinos, no es un desconocido. Es un viejo militante, un “cuadro”, del comunismo peruano. Que como todo viejo militante y “cuadro”, no descansa ni se jubila jamás. Desde muy joven ha militado y defendido sus ideales de cambio y transformación social. Como otros tantos militantes de la izquierda peruana, sigue llevando una vida modesta, honesta y consecuente.

Le conocí hace muchos años atrás cuando era un joven militante de un partido de la izquierda peruana, que se encontraba en la misma banda izquierda del espectro político peruano pero separado por las diferencias políticas e ideológicas. (Razón por la cual le reitero mi agradecimiento por solicitarme este breve texto). El era un dirigente, yo era un militante de base. Yo le conocí a él, pero él no a mí.

Fueron años de intensa lucha política y de debate ideológico al interior de la izquierda peruana, pero formábamos parte de un mismo proyecto. Hoy en día, pese a mantener nuestras diferencias fundamentales en píe, y cuando la izquierda peruana se encuentra en una grave crisis, he comenzado a disfrutar de su amistad y de las amenas conversaciones que de vez en cuando tenemos en la Casa Mariátegui.

Pero decía que este libro viene a llenar un vacío en nuestra vida política e intelectual. Este es un libro multifacético. Tienes fines divulgativos, polémicos y programáticos. Divulgativos porque se dirige principalmente a los jóvenes de hoy que, quizás, conocen escasamente a Mariátegui o lo han leído pero necesitan un texto orientador de dichas lecturas. Pero este carácter no es sólo funcional: se enmarca dentro de la vocación de maestro de Gustavo, la cual ha ejercido por muchos años.

Polémicos, como no podría ser de otro modo, porque establece su postura frente a las diversas interpretaciones que sobre Mariátegui formulan diversas opciones políticas. Muchas veces se ha sostenido que estas polémicas han sido vacías e inútiles. Pero para los que hemos militado políticamente, sabemos que esas interpretaciones o miradas no son vacías e inútiles: son las que han orientado nuestra acción política y nuestra postura frente a los problemas nacionales.

Programáticos, por la perspectiva de futuro que abren en cuanto a una opción de cambio y transformación social. En este libro se encuentran también expresadas las características de la sociedad que busca construirse. En ese sentido, pues, insisto, si ya lo he hecho, no se trata de un libro neutral.

El libro se divide en dos secciones. La primera se centra en una presentación biográfica de Mariátegui y una defensa doctrinal frente a las versiones que sobre el Amauta han construido los representantes e ideólogos de diversos partidos y corrientes políticas, que tuvieron una importante presencia política en las décadas de los ochenta y noventa del siglo pasado.

El aprismo, con el cual la polémica y la lucha política ha sido parte crucial de la historia del siglo XX; el senderismo, que se presentó como heredero directo de Mariátegui (“Por el sendero luminoso de José Carlos Mariátegui”), y que busco combatir y destruir a sus oponentes; la izquierda radical, también llamada la “izquierda mariateguista”, formada por los entonces jóvenes partidos de la denominada Nueva Izquierda; y con un personaje que ha marcado la memoria histórica de la izquierda peruana, pero sobre el cual no se han hecho todavía estudios históricos, ni menos desapasionados: Eudocio Ravines.

Esta sección es más política y doctrinal, ya que tiene como eje central el deslinde con las fuerzas políticas con las cuales la tradición comunista, de la que forma Gustavo, ha dado la batalla no sólo en el plano de las ideas sino también de los hechos. Puedo dar fe de ello. Este texto no es realmente nuevo: inicialmente fue publicado en 1994 como parte de las actividades conmemorativas por el Centenario del Nacimiento de José Carlos Mariátegui.

Recuerdo bien haberlo comprado en el Museo de la Nación (hoy Ministerio de Cultura), donde se realizaban las actividades centrales organizadas por la Comisión Nacional. Es un texto que, por su claridad y frescura, no ha perdido vigencia: los actores con los que polemiza todavía existen. Y aunque debilitados y en crisis, la lucha política continúa. Y el debate debe ser retomado. La pertinencia de este texto es, pues, indudable. Aunque nos encontremos en bandos distintos, ya que me inscribo en la que Gustavo denomina “izquierda radical”. El reto está aceptado.

En ese sentido, la tercera sección “Mariátegui marxista leninista” es crucial, ya que allí se sintetiza sus principales planteamientos acerca de la figura y la doctrina de José Carlos Mariátegui, que ha guiado su quehacer y su pensamiento hasta el día de hoy. Temas como la formación ideológica, el marxismo y los debates de Mariátegui, donde destaca particularmente la denominada “polémica con la Comintern”, son los ejes centrales de esta propuesta, que sirve de referente para ofrecer a los jóvenes un proyecto político que considera debe ser retomado y renovado.

La segunda sección es un complemento indispensable de la primera. Formada por seis conferencias y ponencia dictadas en diferentes eventos, estos tratan sobre aspectos donde la acción de Mariátegui tuvo crucial importancia: la actividad sindical, la pedagogía popular, los acontecimientos históricos, la relación entre política y cultura, el frente cultural, vida y destino del marxismo y la lucha contra la barbarie. Que me perdonen Gustavo y los lectores si reinterpreto los escritos de Gustavo. Trato de ayudar al lector desprevenido: no se deje engañar por los títulos de los mismos.

Los temas de fondo, más profundos, son otros. Se trata de otro deslinde, el deslinde con la realidad y con la historia. Y es, además, una invitación a formar parte de ellas. A no ser sujetos pasivos sin actores cotidianos, en los diferentes frentes que existen, en la lucha por la transformación social. El Perú, América Latina y el mundo en general ha cambiado, y mucho, desde los “años cumbres de Mariátegui”. Pero los frentes siguen estando allí y se hace necesario tomar posición. Esta es, insisto, la invitación y el reto que Gustavo Espinoza nos propone con este libro. No nos hagamos esperar: echemos a andar.


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Nuestra Bandera

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