ANGELICA MENDOZA, MADRE EMBLEMÁTICA DEL PERU, EN GRAVE ESTADO DE SALUD
Nuestra Bandera
Hellen Krupskaia, sobrina nieta de Angélica Mendoza de Ascarza, más conocida como “Mamacha Angélica”, se comunicó con nosotros la noche de ayer para informarnos del grave estado de salud que afronta ella, madre de Arquímides, uno de los detenidos-desaparecidos en Ayacucho, víctima del Terrorismo de Estado y de la política de exterminio ejecutada por mandos castrenses en la región central del Perú en los llamados “años de la violencia”
Fue el 2 de julio de 1983, durante el segundo gobierno de Fernando Belaunde, cuando ocurrió este hecho infausto "Lo arrancaron de mis brazos, con insultos, con golpes. Me dijeron: para aclarar nomás estamos llevando; mañana vas a venir al cuartel", relató a diversos medios de buscaron ocuparse del tema en esa circunstancia. .
Desde la mañana siguiente, la señora Angélica fue a la base militar –el Cuartel Los Cabitos- a preguntar por Arquímides, llevándole ropa y comida. Pero las autoridades castrenses se negaron a reconocer el hecho y admitir los envíos. Lo mismo ocurrió en los locales de la Guardia Republicana, la Guardia Civil, la Policía de Investigaciones. Todos negaron impúdicamente haberlo detenido.
A partir de entonces se inició el drama. En la sede de la Fiscalía doña Angélica encontró a numerosas mujeres preguntando por sus hijos, sus esposos, sus hermanos. Y comenzó a caminar con ellas, compartiendo la esperanza de encontrar, en algún momento, a sus seres queridos. Este lucha, iniciada en ese entonces, aun no ha concluido
Cuantos grupos de trabajo llegaron a Ayacucho para indagar por ese caso y muchos otros similares, se encontraron con la Mamá Angélica. Senadores, Diputados, representantes de organismos de Derechos Humanos y funciones del Perú y del exterior conocieron el drama de la señora Mendoza. Muchos, la ayudaron, pero nadie pudo atenderla en su requerimiento humano más elemental: dar con el paradero de su hijo
La Mamá Angélica fundó la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados y Desaparecidos del Perú ( ANFASEP ) y trabajó en la creación del comedor para alimentar a los niños que quedaron huérfanos a causa de la violencia interna. Hoy, a sus 83 años, y muy severamente afectada en su salud, sigue reclamando por su querido Arquímedes .
En reconocimiento a su incansable labor en la promoción y defensa de los derechos humanos y la búsqueda de los desaparecidos, Angélica Mendoza de Ascarza recibió recientemente la Medalla de la Defensoría del Pueblo . El titular del rubor en ese entonces -Eduardo Vega- , sostuvo que su esfuerzo no ha sido en vano, pues contribuyó a la adopción de políticas en materia de justicia, verdad y memoria.
Hoy, acosada por las dificultades materiales, las enfermedades, y los duros años pasados; doña Angélica Mendoza de Ascarza afronta penurias de todo orden. Las autoridades, las instituciones y los organismos de Derechos Humanos tienen el deber de acudir ante ella para proporcionarle el auxilio indispensable en ésta, su hora más difícil.
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