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EL 19 DE JULIO LA BANDERA DE NICARAGUA FLAME Ó AL TOPE

DANIEL ORTEGA. HABLA NICARAGUA SANDINISTA

Publicado: 2016-07-23


PALABRAS DEL COMANDANTE DANIEL ORTEGA SAAVEDRA, PRESIDENTE DE NICARAGUA, EN EL 37º ANIVERSARIO DEL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN POPULAR SANDINISTA. MANAGUA, 19 DE JULIO, 2016.

Hace 37 años, el Cardenal estaba acompañándonos. Nos había acompañado en la lucha; nos había acompañado en la cárcel, y nos estaba acompañando en la victoria, en la Plaza de la Revolución. Ahí estaba Su Eminencia el Cardenal Miguel y hoy está aquí nuevamente con nosotros, como la mejor expresión de lo que es poner en práctica el principio de la reconciliación. Él, que luego contribuyó al Proceso de Paz frente a la guerra impuesta por el Imperio yanqui. Él, que promovió las reuniones, el diálogo. A él le pedí que presidiera la Comisión Nacional de Reconciliación en favor de la Paz; igual se lo pedí al Reverendo Gustavo Parajón. El máximo líder de la Iglesia Católica y un dirigente muy respetable de las Iglesias Evangélicas, el Reverendo Parajón, fueron los que presidieron la Comisión de Reconciliación, para que se pudiera dialogar y se pudieran enterrar por fin las armas que el Imperio había enviado para promover la muerte entre las familias nicaragüenses. Y hoy estamos aquí, juntos nuevamente, orgullosamente coterráneos. Me siento orgulloso, Eminencia, de haber nacido en su tierra que es mi tierra, en La Libertad, Chontales, donde nació el General Halleslevens también ¡Chontaleños los tres! La madre del Cardenal y mi madre se conocieron allá en el pueblo.

Yo siendo un muchacho de 15, 16 años, ya había caído prisionero, ya había sido torturado, y mi padre me dijo: “Bueno, voy a hacer un esfuerzo para que te preparés un poco mejor, y luego continuá la lucha”. Y me mandó a El Salvador. Primero había estado con los Hermanos Salesianos en Masaya, en el Colegio Salesiano de Masaya, después me envió a El Salvador. Y en El Salvador, estando en el Colegio Salesiano, en el Santa Cecilia en la Ciudad de Santa Tecla, salíamos todos los fines de semana a hacer recorrido, a caminar, a conocer ahí los diferentes municipios, y en uno de esos recorridos fuimos allá, al Seminario, y cuál es mi sorpresa cuando me dicen: Aquí hay un cura nicaragüense que es el que está al frente del Seminario, vamos a saludarlo, vamos a conocerlo... ¡Era el Padre Miguel entonces! Y cuál es mi sorpresa, para mi alegría, y para mi orgullo, que cuando converso con el Padre Miguel resulta que es de La Libertad, Chontales; un chontaleño, un nicaragüense de raíces indígenas... ¡orgullosamente nicaragüense!

Ahí nos encontramos la primera vez. Mi madre ya lo conocía a él, yo no había tenido la oportunidad de conocerlo, él es un poco mayor que yo; yo estaba entonces en la secundaria, él ya estaba de rector en un Seminario de El Salvador, de los Hermanos Salesianos. Ese fue el primer encuentro. Luego, el segundo encuentro fue cuando estábamos prisioneros, y nos tenían aislados, y nos torturaban todos los días. Ahí no había Comisiones de Derechos Humanos, de Organismos Internacionales que se preocuparan, ahí más bien había un reconocimiento de la OEA, de los Organismos Internacionales, del Gobierno norteamericano, al Gobierno de Somoza.

¿Por qué? Porque Somoza no era más que un soldado de origen nicaragüense formado por las tropas yanquis cuando ocuparon nuestro país, y al cual le encargaron, después de ser derrotados los yanquis que tuvieron que huir de Nicaragua, tuvieron que retirarse frente a nuestro General Sandino, le encargaron a Somoza la misión de asesinar a Sandino; y entonces, bueno, se llevaban muy bien, muy bien, los yanquis con Somoza.

Y les decía que no habían Organismos Internacionales preocupados por los Derechos Humanos... estoy hablando del año 1967, fíjense, y los yanquis muy contentos con Somoza, los europeos muy contentos con Somoza, financiando, armando a Somoza para que asesinara al pueblo, y para que Somoza con una minoría, se hicieran cada vez más ricos.

Y había crecimiento económico en beneficio de esa minoría, porque hay quienes hoy sacan a relucir los datos de la época de Somoza, y dicen: “Nunca hemos tenido un crecimiento como el de la época de Somoza...” Sí, ¿crecimiento a costa de qué? A costa de la muerte de miles de nicaragüenses, a costa del hambre de miles de nicaragüenses, a costa del analfabetismo de miles de nicaragüenses.

Porque cuando se mide la efectividad de un sistema, independientemente del signo ideológico que levante ese sistema, vámonos a la educación: Somoza, impuesto por los yanquis gobernó Nicaragua durante 45 años, y cuando triunfó la Revolución encontramos a Nicaragua con cerca del 65% de analfabetos, esa es la mejor prueba de que ese era un modelo dirigido a hacer más ricos a los ricos, y más pobres a los pobres, manteniéndoles a ellos en la ignorancia. Porque la mejor forma de oprimir al pueblo es mantenerlo en la ignorancia, porque el conocimiento es poder, y eso lo han tenido bien claro los esclavistas, los colonialistas, los imperialistas.

Les dan educación a sus pueblos, claro, pero a los pueblos que someten, que explotan, que oprimen, les niegan la educación, para esclavizarlos mejor, para explotarlos mejor, para someterlos mejor. Porque un pueblo sin educación, sin conocimiento, sin cultura, es más fácilmente doblegable.

Y cuando triunfa la Revolución casi 65% de nicaragüenses en el analfabetismo; y la primera batalla fue: vamos a acabar con el analfabetismo... ¡fue la primera gran batalla! ¿Con quién esa batalla? Con la juventud. ¿Con quién? con los muchachos de secundaria, con los universitarios, con los Maestros... ¡Acabar con el analfabetismo fue la consigna revolucionaria!

Gracias, Cardenal Miguel, por estar aquí a sus 90 años, acompañándonos. Gracias a Dios, que nos permite que Su Eminencia el Cardenal Miguel nos acompañe en este Acto.

Nicolás... vos Nicolás, estamos en estas nuevas batallas, y ahora somos comandantes de estas nuevas batallas. Salvador, comandante de la batalla guerrillera; Salvador ahora es comandante de esta nueva batalla que estamos librando. Fidel y Raúl, comandantes de las batallas guerrilleras; Fidel y Raúl, comandantes de las nuevas batallas que hoy estamos librando no con los fusiles, sino con las ideas, con el pensamiento, con los ideales, con los valores.

Y en esta gran batalla que libra hoy la región latinoamericana, le corresponde a la hermana República Bolivariana de Venezuela librar la parte más dura de la batalla. ¿Por qué? Porque el enemigo sabe que, derrotando a Venezuela, destruyendo a Venezuela, lo saben, afectan en primer lugar la moral de los pueblos de Nuestramérica. Por eso aparecen tan empeñados, por eso es que el presidente Obama luce tan obsesionado pensando que, con esa ofensiva contra Venezuela van a alcanzar unos cuantos votos más en las próximas elecciones; cuando esa batalla de los Estados Unidos no se decide en Venezuela, ¡se decide en los Estados Unidos!

La batalla de Venezuela se decide en América Latina, y la decide el pueblo venezolano, y al frente de esa gran batalla, Nicolás... Por mandato de nuestro querido hermano, el comandante Hugo Chávez. Te corresponde a vos ahora comandar esa batalla. Sabemos que la responsabilidad es enorme, gigantesca, pero tenemos la confianza, tenemos la seguridad, tenemos la convicción, de que hay suficientes recursos morales en el pueblo bolivariano, en el pueblo venezolano, para resistir y vencer. ¡Y estamos seguros de la victoria!

Nicolás nos recordaba los años 90, porque nosotros vivimos una época de lucha, de batallas, que culminó en el 79 con la victoria hace 37 años, y ahí coincidimos nicaragüenses de los más amplios sectores, de diferente pensamiento ideológico, y con diferentes objetivos también. O sea, había nicaragüenses que finalmente se incorporaron a la Junta de Gobierno que organizó el Frente Sandinista, con su propio proyecto, y era explicable, porque tenían su pensamiento ideológico, y estábamos los que teníamos un compromiso con los campesinos, con los pobres, y que sabíamos que había que entregarles la tierra a los campesinos.

Y ya cuando vino la Reforma Agraria fue la primera gran contradicción en la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, porque, los que representaban los intereses de los latifundistas, incluso los vinculados al Somocismo, entonces se opusieron a esas leyes. Esas fueron las primeras contradicciones.

Esto no les resta méritos a quienes se incorporaron a esa Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, a Doña Violeta Barrios viuda de Chamorro, al Ingeniero Alfonso Robelo, un Empresario. Se incorporaron como fuerzas aliadas del Frente Sandinista, del sector empresarial. Y luego, tampoco le niega méritos a intelectuales como Sergio Ramírez que se incorporó a la Junta de Gobierno. Ingenieros profesionales como Moisés Hassan que también se incorporó a la Junta de Gobierno.

Fue una etapa que duró poco tiempo, porque cuando empezamos a enviar las leyes a la Asamblea Nacional, entonces Consejo de Estado: integrado por todos los sectores económicos y sociales, no por diputados electos, sino por representantes nombrados por cada sector. En el Consejo de Estado había Representantes de los empresarios, de los trabajadores, de los campesinos, de los sectores evangélicos, sectores católicos, ¡de todos los sectores! Todos estaban ahí representados en el Consejo de Estado. Claro, los que estaban representados en el Consejo de Estado de parte de los sectores católicos no contaban con la autorización de Su Santidad el Papa. Ese fue un problemita que se nos fue creando a nosotros por no entender y no respetar al final de cuentas las normas que tiene establecida la Iglesia como institución. Pero era un Consejo de Estado bien representativo de todos los sectores: profesionales, mujeres, jóvenes... Ese Primer Consejo de Estado que fue el primer Parlamento que tuvimos, lo presidió el Comandante Bayardo Arce.

Luego vinieron las contradicciones y se vino recomponiendo la Junta de Gobierno, hasta que quedó reducida a tres Miembros la Junta de Gobierno.

Luego vinieron las Elecciones del 84 y la Constituyente. La nueva Constitución que nace con la Revolución. Y mientras tanto, ¡la guerra! O sea, un País en guerra haciendo cambios en el orden del fortalecimiento de la democracia establecida en tres principios: el Pluralismo Político, la Economía Mixta, y el No Alineamiento en Política Internacional. Eran nuestros tres principios, y siguen siendo los principios de la Constitución de Nicaragua... Y fuimos ahí, en medio de esas contradicciones, eran contradicciones que cobraron a final de cuentas muchas vidas, mucho dolor, mucha sangre.

Luego las elecciones del 90, que nos recordaba Nicolás. Después de las Elecciones del 90, sucede lo que sucede después de un revés, o después de una derrota, digámoslo así con toda crudeza: ¡Una derrota! Fue una derrota electoral frente al Imperio, donde el pueblo no pudo votar libremente, porque al pueblo le decían: “Si votás por el Frente Sandinista va a continuar la guerra”, que significaba la muerte para la juventud, para el pueblo.

Y se dio esa votación en una elección que no fue democrática, porque el pueblo fue a votar bajo la amenaza, bajo el terror del Imperio yanqui... ¡Y miles de muertos! Ya había corrido la sangre, más de 65,000 nicaragüenses víctimas de la guerra impuesta por los yanquis durante ese período.

Y claro, después de una derrota se dice, que ya cuando se ve que se está hundiendo el barco salen las ratas. Así se dice: Que salen las ratas cuando se ve que se está hundiendo el barco.

Yo no quisiera ser tan crudo para descalificar así a los Compañeros que, como decía Nicolás, jugaron un papel heroico en la lucha del 79, y después del 79 al 90, y que después del 90 decidieron tomar otro rumbo. A final de cuentas no estaban obligados, nadie podía obligarlos, en el Frente Sandinista de Liberación Nacional nadie ha entrado nunca por obligación, ni entrará nunca por obligación; se entra por conciencia, por voluntad, por coraje, por compromiso, por patriotismo.

¿Y quiénes quedábamos después librando la Batalla? Primero, la inmensa mayoría del pueblo, la inmensa mayoría de la base sandinista se mantuvo leal, se mantuvo firme; los campesinos luchando para defender la tierra que les había dado la Revolución; las familias luchando para defender el lote de terreno que les había dado la Revolución, la casita que les había dado la Revolución, que se las querían quitar, se las venían a quitar, a arrebatar los neoliberales que ingresaron en el 90 con todo el respaldo de los yanquis.

Entonces, ¿en la Dirección del Sandinismo quiénes quedaron, en su liderazgo quiénes quedaron? Quedaron los cuadros, y los compañeros más firmes se mantuvieron ahí con consistencia.

Recuerdo a Rosario al día siguiente, después que aceptamos el resultado electoral, porque era un hecho el resultado electoral, ahí en la Plaza de los No Alineados en un acto, ahí estaba Rosario hablándole a los compañeros, y fue donde les dije: “El Frente Sandinista nació del pueblo, está en el pueblo; es una Revolución que está viva porque probó cambios radicales, y ahora vamos a gobernar desde abajo”, que significaba ir a luchar desde abajo. Era un reto, un desafío.

Entonces, muchos de los que nos habían acompañado en esos momentos difíciles al triunfo, y después del triunfo hasta el 90, decidieron tomar otro rumbo, y empezaron a criticar al Frente Sandinista y al gobierno sandinista, como que ellos no habían tenido nada que ver con el gobierno sandinista.

Entonces ellos, buscando cómo congraciarse con la burguesía, con la oligarquía, con el Imperio, sencillamente decidieron tomar otro camino. Después de que tenían los discursos más radicales, después de que tenían las posiciones más extremistas, ahora los vemos caminando del brazo de la derecha, visitando la embajada yanqui, visitando Washington, invitados por los yanquis para hacer campañas en contra del Frente Sandinista, y del gobierno de Nicaragua.

Ahí andan de arriba a abajo, increíble, increíble quienes juraban antiimperialismo en estas plazas del 79 al 90. Entonces no vieron errores cuando estaban en el gobierno, ¡no vieron errores! Entonces no vieron fallas cuando estaban en el gobierno.

Pero si es que ellos tenían instrumentos de poder de todo tipo, los ejercían instrumentos de poder; entonces, como que ellos no tuvieron instrumentos de poder, como que no tuvieron nada que ver con la victoria revolucionaria, como que no tuvieron nada que ver con la lucha que se libró del 79 al 90, porque después del 90 empezaron a criticar de forma destructiva, y a tomar distancia, ideológicamente, a tomar otro camino. Están en su derecho. Eso no se puede evitar, están en su derecho.

Pero quiero destacar, Nicolás, Salvador, Miguel, hermanos, yo lo conversaba con Fidel en una ocasión que estábamos conversando con él, y con la Rosario, y yo le decía a Fidel: cómo la Lealtad de Rosario que viene desde la clandestinidad, ella vivía en San José Oriental con unas tías vivía, llena de libros, como buena poeta, escritora, intelectual, trabajando en La Prensa con Pedro Joaquín Chamorro.

Y la casa de la Rosario se convirtió en Casa de Seguridad del Frente Sandinista; y ahí Tomás, ahí Bayardo, ahí los compañeros de la dirigencia sandinista, y ella también transportándolos de un lado para otro. Y en el Grupo “Gradas”, con Carlos Mejía librando la Batalla Cultural por todos lados, iban ahí acompañados, Carlos Mejía con su canto, la Rosario con sus poemas, otros compañeros con sus pinturas, y se instalaban en las graderías de las Iglesias, de los templos, a hacer los recitales contra la tiranía.

En una de esas, en Estelí, la capturaron a la Rosario y la metieron presa, simplemente por andar en ese tipo de protestas. ¿Y quiénes se mantuvieron leales a los principios? ¿Quiénes se mantuvieron leales a nuestros héroes y mártires? ¿Quiénes se mantuvieron leales a Sandino, a Carlos, al General Benjamín Zeledón, a Andrés Castro, a José Dolores Estrada? Todos ellos héroes históricos por su lucha contra el intervencionismo, y el imperialismo norteamericano.

Zeledón cayó combatiendo frente a los soldados yanquis ocupando Nicaragua allá en 1912. Ya no digamos Sandino. Y la batalla de Andrés lanzando la pedrada contra el yanqui invasor en 1856.

O sea, nuestras raíces son raíces profundamente antimperialistas, nuestro antimperialismo no nació después de la Revolución de Octubre, ni nació después de la Revolución cubana... Nació porque el yanqui se empeñó en oprimir, en dominar, en humillar a Nicaragua, y de enviar sus tropas para asesinar a Nicaragua, y finalmente imponernos una tiranía de 45 años. ¡Por eso se jodió el yanqui, en Nicaragua! Y no nos alegra que el yanqui se joda, nos gustaría que el yanqui no se jodiera, pero que sea inteligente, que sea respetuoso. Que sea respetuoso con Venezuela. Que sea respetuoso con Nicaragua. Que sea respetuoso con los pueblos de Nuestramérica. Que sea respetuoso con los pueblos del mundo. Que sea respetuoso con el hermano pueblo cubano. Que sea respetuoso, que levante ya el bloqueo a Cuba. Entonces ahí el yanqui no se va a joder; mientras el yanqui siga actuando como ha actuado históricamente, y sigue actuando en estos momentos, el yanqui se va a seguir jodiendo, en América Latina, y en el Mundo.

Y ¿quién no podía faltar en ese núcleo de raíces profundamente revolucionarias que arrancan desde las batallas de Diriangén contra el colonizador español? ¿Quién no podía faltar? ¡Tomás! Tomás estaba ahí; desde el mismo momento de la derrota electoral Tomás estaba ahí, Tomás nunca renegó. Tomás nunca se rindió. Tomás estaba ahí firme, dando la batalla.

¿Y quién estaba ahí? Bayardo, el comandante Arce, estaba ahí también firme, dando la batalla. Ahí estaba también nuestro hermano René Núñez Téllez a quien hoy le hemos enviado nuestro saludo, a él y a su familia. Él se encuentra en Costa Rica en atención médica, en un estado bastante delicado, pero está en atención médica. René es otro cuadro histórico del Frente Sandinista... ¡ahí firme, tampoco se rindió! Es un núcleo de Dirección.

Es lo que yo le comentaba a Fidel en esa ocasión cuando me preguntaba: ¿Y quiénes se han mantenido? Porque Fidel me decía: ¿cómo han hecho para librar esta batalla ustedes, si no tienen el gobierno en la mano? ¿Cómo hacen ustedes para hacer esas concentraciones tan grandes si no tienen el gobierno en la mano? Porque siempre se dice que solamente cuando se tiene el gobierno en la mano se puede hacer concentraciones tan grandes, porque son los empleados públicos... ¡No, aquí es el pueblo, es la juventud, son los trabajadores, son los Campesinos! Esto lo conversábamos con Fidel después de la derrota del 90, y pasamos 17 años resistiendo, luchando... ¿Y quiénes nos acompañaban? ¿Quiénes formaban ese núcleo que acompañaba al Pueblo? Porque a final de cuentas al que nos debíamos ¡era al Pueblo!

¿Quiénes nos acompañaban? Los comandantes guerrilleros, se han mencionado a algunos de ellos que nos acompañan el día de hoy; y sobre todo, los líderes sandinistas, los combatientes históricos, los retirados del ejército, los retirados de gobernación; todos ellos acompañándonos en estas Batallas.

Hermanos con los cuales todavía tenemos una deuda, porque no hemos logrado cumplirles plenamente por problemas de orden presupuestario. Pero estamos obligados a cumplirles con esa deuda que tienen que ver con los acuerdos que tomamos; pero a final de cuentas olvidémonos de los acuerdos, este es un asunto de principios, un asunto moral, y estamos obligados a cumplirles a los hermanos retirados de guerra, a los lisiados de guerra, a las madres de los héroes y mártires.

Y batallamos 17 años, seguros de que íbamos a encontrar el camino nuevamente, ¡para conquistar la tierra prometida! Y aquí estamos en este 37 aniversario, saludando a este pueblo, valiente, heroico, glorioso; a esta juventud valiente, heroica, gloriosa, esta juventud cada vez más culta, más formada. Y tiene que haber más formación, tiene que haber más cultura, tiene que haber más ciencia, más conocimiento, para que la juventud tenga más poder para defender las conquistas de la Revolución.

Queridos Hermanos, queridas Hermanas, cuánto agradezco querido Vicepresidente de Cuba el Mensaje de nuestro Hermano Raúl. Saludos a Raúl, saludos a Fidel, como siempre, que están presentes en todas estas batallas.

Antes de dirigirme aquí, a la Plaza, mientras Rosario venía a ayudar al desarrollo de esta gran fiesta, esta es la fiesta de la libertad, esta es la fiesta de la alegría, y seguro que la disfrutan nuestros héroes y nuestros mártires... estaba haciendo algunas reflexiones sobre este Siglo XXI, porque este Siglo XXI es el tiempo de las ciencias llevadas a tecnologías de punta para potenciar el desarrollo agroalimentario, el desarrollo social, educación, salud, infraestructura.

Están todos los Instrumentos más sofisticados creados por el genio humano para construir la paz, para asegurar la vida, para el desarrollo, para detener y revertir el calentamiento global, para erradicar el hambre y la pobreza. Pero ¿quiénes son los que tienen el control de estos instrumentos? ¿Quiénes son los que administran esta riqueza que es de la humanidad? Porque la riqueza que hoy posee el planeta es una riqueza que nunca en la historia de la humanidad había existido, y hay suficiente riqueza como para que desaparezca de una vez y para siempre el hambre en el mundo. Hay suficiente riqueza, suficientes recursos, suficiente capital como para que desaparezca la pobreza de todo el planeta. Existen esos recursos, incluso hay suficientes recursos para poder, con acuerdos verdaderamente realistas, y no político-diplomáticos como el Acuerdo de París impuesto por las potencias... Hay suficientes recursos, no solamente para reducir sino para frenar y revertir el Calentamiento Global, y salvar el Planeta. ¡Hay suficientes Recursos! Y no voy a extenderme para hablar de lo que es obvio, que esto demanda un cambio en lo que es la concepción y la práctica de las políticas económicas globales impuestas por los países desarrollados.

Pero bastaría utilizar los recursos que hoy se utilizan para las guerras, para seguir desarrollando ejercicios navales con armamento atómico, para seguir ampliando instalaciones con arsenales atómicos, para seguir haciendo pruebas de armas atómicas... bastaría que todo eso cesara y que los presupuestos que hoy están destinados para guerras... no estoy hablando del presupuesto normal que tienen todos los ejércitos, desde el Ejército de los Estados Unidos hasta el Ejército más pequeño del Mundo... No, estoy hablando de los recursos destinados para la guerra, donde ya están destinados esos recursos, y se incrementan cada día más esos recursos. Bastaría agarrar todos esos recursos y orientarlos en programas de orden económico, social, productivo, educativo, dirigidos hacia los países en vías de desarrollo, dirigidos hacia los pueblos africanos. Y es ahí donde está la solución al tema de la migración sobre Europa; dirigidos hacia los pueblos africanos, suspendiendo todas las guerras y amenazas de guerra. Y es ahí donde estarían encontrándose seguridad y estabilidad para los pueblos del sur, y para los pueblos del norte, igual en Nuestramérica.

Hay suficientes recursos que hoy se están ejecutando para lanzar bombas, para llevar guerras adelante, para planificar nuevas guerras, y esto lógicamente no es el camino, y la vida nos está enseñando a todos que este no es el camino. Con más guerras vendrá más inseguridad, más desestabilización para esas regiones que son afectadas directamente, y para todo el Mundo.

Todo esto que está aconteciendo, desde las guerras que son asumidas por las potencias, guerras terroristas que son crímenes de lesa humanidad, hasta las guerras que asumen grupos que fueron organizados por los Estados Unidos, por los Europeos, para derrocar gobiernos que habían dado estabilidad en toda la zona del Magreb. Hay un muro de contención en toda la zona del Magreb, allí en ese mediterráneo, en el Norte de África había un muro de contención, gobiernos progresistas, defendiendo los Derechos de las mujeres, gobiernos muy avanzados, y los fueron liquidando.

Pensaban que utilizando terroristas, terroristas que tienen sus propios pensamientos, su propia filosofía, y que sueñan con un estado islámico... bueno, a ellos los financiaron para acabar con esos gobiernos, y ahora el Estado Islámico se ha convertido en una amenaza para todos esos gobiernos, y sobre todo para esos pueblos y los pueblos que están siendo víctimas del terrorismo, tanto el pueblo norteamericano, pueblos europeos, el pueblo francés con este último terrible acto de terror en Niza.

Esos pueblos son víctimas del terrorismo de Estado, y eso tienen que comprenderlo de una vez por todas, y de una vez y para siempre tienen que comprenderlo los Jefes de Estado de las naciones europeas, de los mismos Estados Unidos, que por esa vía lo que van a hacer es promover y extender el terror, no solamente en los países desarrollados, sino también hacia los países en vías de desarrollo en otras regiones de la tierra que no tienen nada que ver con la zona del conflicto.

Porque el terror se ha extendido a países en vías de desarrollo donde mueren centenares, víctimas de actos de terrorismo, propiciado, ejecutado por los que fueron entrenados, financiados, por las potencias occidentales, ¿para qué? Para derrotar a los gobiernos que daban esa estabilidad.

Son tiempos estos donde la gran responsabilidad está en ellos, está en las potencias. Ellos tienen el poder militar, tienen el poder económico para poder hacer los cambios que les den seguridad a sus propios pueblos, y que les lleven seguridad a todos los pueblos del planeta. Porque por el camino que venimos se está llevando al planeta a la destrucción total, al terrorismo total; acompañado esto de la hecatombe que ya está pronosticada por el calentamiento global.

Por eso, ¿qué és lo que hace falta? Un cambio de rumbo en el mundo, y ese cambio de rumbo está en manos de los países desarrollados, de los países que tienen el poder económico, el poder militar, y que tienen el control de los instrumentos claves también de Naciones Unidas como el Consejo de Seguridad.

Entonces lo que nos queda a nosotros como simples ciudadanos del planeta... ¡simples ciudadanos del planeta somos nosotros! Un chontaleño de La Libertad, Chontales, hablando aquí como Presidente de Nicaragua, ¿qué nos queda? La palabra. Porque nosotros no tenemos el poder para decir que se acaben ya las guerras; no tenemos el poder para decir que desaparezcan esos presupuestos militares para la guerra, y que se utilicen para la vida, que se utilicen para la paz, que se utilicen para educación, para salud. ¡No tenemos ese poder! Pero tenemos el poder de la palabra que nos dio el Señor, y seríamos más que inconsecuentes, que cobardes, que traidores con nuestros valores, con nuestros principios, que por no molestar el oído de los que cometen estas barbaries de terrorismo de Estado no digamos lo que pensamos. Y lo que es una verdad, es una verdad, una verdad de Perogrullo, como dicen, pero las verdades de Perogrullo qué difícil es que sean escuchadas... ¡difícil!

Ojalá, ojalá no sea tarde, porque lo que viene aconteciendo en cuanto al número de muertos en países en vías de desarrollo por actos de terrorismo, en Irak, en todos esos países, en Afganistán, en los países europeos, en los Estados Unidos, bueno, estamos frente a un tipo de violencia frente a la cual no estaban preparados ni los mayores y mejores organismos de inteligencia en el mundo; frente a la cual no estaban preparados ni los mayores y mejores estrategas del planeta; porque no hay estrategia que valga cuando se desatan actos de violencia, como estos que se están desatando en el planeta, y que en cualquier momento pueden afectar a cualquier país de la tierra.

Por lo tanto, este 19 de Julio del año 2016, en este siglo XXI, que el siglo XXI no sea el siglo donde se venga a recrudecer y a multiplicar la guerra, la muerte, la inseguridad en el planeta; que el siglo XXI no sea el siglo en que empiecen a desaparecer más islas de las que ya han desaparecido y más costas de las que han desparecido, por el calentamiento global y por un Acuerdo de París que es una falacia, es una mentira fruto de las presiones diplomáticas de las potencias sobre los países en vías de desarrollo, que saben que ellos mismos se están poniendo la soga al cuello con ese Acuerdo de París. Que no sea este siglo el siglo de la muerte del planeta en cuanto a lo que es la especie humana. Que este siglo sea, porque estoy seguro, así Dios, estoy seguro, quizás nos está poniendo esta prueba, ¿para qué? Para que con esta prueba se reflexione y se produzcan los cambios radicales en los países en vías de desarrollo, que permitan de una vez y para siempre establecer la seguridad, la justicia, la libertad, y la paz en nuestro planeta.

¡Que viva la paz!


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