EE.UU. MAS VIOLENCIA CONTRA LOS REFUGIADOS
Por: Francesca Emanuele
Más de 52 mil menores no acompañados fueron detenidos en la frontera de México y Estados Unidos en 2014. Solo en abril de 2016, fueron aprehendidos casi 33 mil; un 25% más que en el mismo mes en 2014. Y esto es solo una prueba numérica del fracaso de las medidas que EE.UU. ha implementado para solucionar esta crisis.
Un 28% de los niños de 2014 provenían de Honduras, nación que enfrentó un golpe de Estado en 2009 —consolidado con la ayuda de EE.UU.—, y que inmediatamente después se convirtió en el país más violento del mundo. Así, Estados Unidos cosechaba lo que había sembrado.
Los demás menores procedían de Guatemala, El Salvador y de México. Cuando saltaron las alarmas de esta crisis humanitaria, EE.UU. respondió asignando un presupuesto para agilizar las deportaciones y propuso un acuerdo con Guatemala, El Salvador y Honduras, llamado ‘Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte’. Supuestamente, combatiría las causas raíces de la inmigración, pero hasta ahora lo único que ha conseguido es blindar más las fronteras, inocular la idea de comprar el excedente de gas natural estadounidense producto del ‘fracking’, más una retahíla de supuestos proyectos de desarrollo del capital humano que aún siguen sin concretarse.
Dos años han pasado y los resultados son contraproducentes. De acuerdo a los datos, hay un incremento en los menores que migran. Paralelamente al ‘Plan de la Alianza’, el presidente Obama ha abordado esta situación como si de una ola migratoria económica se tratara, cuando todas las organizaciones proinmigrantes coinciden al señalar que estos menores deben ser tratados como refugiados, en tanto que huyen de situaciones de violencia.
Obama es premio Nobel de la Paz, pero también el presidente que ha deportado a más migrantes en la historia de EE.UU., superando los 2.5 millones de personas desde 2009. Ante la violencia sufrida por los menores, respondió con más violencia. Así, a puertas de los meses de verano, cuando se incrementa el número de migrantes, ha lanzado una amenaza: el inicio de una ola de deportaciones masiva para aquellos que llegarán después del 1 de enero de 2014. Cualquiera diría que le faltan toneladas de humanidad al premio Nobel de la Paz.