Enviado por DAVID AGUINAGA  

En todo el planeta los trabajadores celebramos el 1° de mayo en homenaje 

a los mártires de Chicago y a todos los héroes que entregaron sus vidas por la

defensa de nuestros derechos y nuestra aspiración a un mundo sin explotación.

Para el proletariado de los cinco continentes es un día de lucha por la

emancipación, como lo están haciendo hoy los obreros de Francia, movilizándose

en contra de la ofensiva neoliberal que pretende sepultar las conquistas en ese

país y en toda Europa.

Una ínfima minoría del 1% de la población posee el 99% de la riqueza mundial,

ellos son los responsables directos de esas ofensivas neoliberales, de la

crisis económica y las terribles desigualdades sociales, de las guerras, la

destrucción de la naturaleza, la decadencia generalizada; y que el hombre, como

especie, no tenga la oportunidad de resolver sus problemas a pesar de los

nuevos y extraordinarios avances de la revolución industrial cibernética y del

desarrollo de la ciencia y tecnología. Ante la dramática realidad imperante, el

único camino que tiene la humanidad es emanciparse de esa minoría para

construir un mundo nuevo. Los trabajadores, sacando lecciones de nuestra larga

experiencia y superando errores, debemos multiplicar nuestros esfuerzos para

recuperar los derechos arrebatados por la ofensiva neoliberal y avanzar hacia

la reconquista y desarrollo del socialismo, que fue una realidad durante el

siglo XX.

El Movimiento por el Socialismo (Voz Socialista) se suma a la celebración

internacional de los trabajadores, consciente de las responsabilidades que

tenemos el conjunto de las fuerzas de izquierda en el Perú, en una coyuntura

dominada por las elecciones. Después de una lucha política compleja e intensa

de cinco años, de la decepción y desmoralización engendrada en el pueblo por la

traición del nacionalismo, y también afectado por los errores de la izquierda

que no supo organizar a tiempo un frente electoral democrático progresista, el

10 de abril, en el país se ha producido un peligroso viraje hacia la derecha y

hacia la extrema derecha. El fujimorismo obtuvo una mayoría parlamentaria

absoluta. Ahora, en la segunda vuelta tenemos a dos representantes de la

derecha neoliberal: Keiko Fujimori y PPK. Felizmente, a contracorriente, la

izquierda tuvo una significativa recuperación electoral, el FA liderado por

Verónika Mendoza logró convertirse en la primera minoría parlamentaria.

La historia de la lucha de clases de los últimos lustros, así como los errores

de las vanguardias, nos ha colocado en una disyuntiva muy difícil. Sin embargo,

el 5 de junio, en la segunda vuelta, los trabajadores no podemos asumir una

posición neutral, no podemos optar por el voto blanco o nulo. Ambas candidaturas

son derechistas, neoliberales, pero ese día la única opción que tenemos los

trabajadores, para impedir la elección de Keiko Fujimori y evitar que el

fujimorismo imponga su control total del estado, es votar por PPK, a pesar que

este hombre está vinculado orgánicamente al gran capital nacional y extranjero.

Luego de este compromiso electoral, impulsaremos la oposición popular y

patriótica a lo largo y ancho de todo el país.

Por la historia del fujimorismo, por sus actos de los últimos años y porque es

el partido organizado más reaccionario, es imperativo impedir que retome el

poder. Sería muy injusto para nuestro pueblo, una vergüenza completa para

nuestra Patria, que la hija del dictador Alberto Fujimori se convierta en la

próxima Presidenta del Perú.

La lucha contra el neoliberalismo y el capitalismo, continuará y necesariamente

con mayor consciencia. Los jóvenes nos enseñan el camino, ellos, inspirados en

las luchas de los trabajadores y de los pueblos del Perú, se han movilizado en

todo el país, y están promoviendo la unidad de todas las fuerzas populares y

democráticas. Sus propuestas progresistas, que expresan los intereses del

pueblo y nuestra Patria, están sintetizadas en sus consignas de lucha: Por

justicia y dignidad, por paz y democracia, fujimorismo nunca más.