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EL PUEBLO PERUANO AFRONTA GRAVES RETOS EN LA HORA PRESEBTE

¡UNIDAD PARA CONSTRUIR EL PORVENIR

CENTRO DE ESTUDIOS DEMOCRACIA, INDEPENENCIA Y SOBERANIA

Publicado: 2015-06-27

La experiencia de los procesos transformadores y revolucionarios triunfantes, nos muestra la importancia que tiene la UNIDAD del movimiento popular para el éxito de sus objetivos.

Sólo forjando la unidad del pueblo podremos transitar por los caminos de la independencia y la soberanía, y construir un porvenir mejor para nuestra patria.

En el Perú esa necesidad es imperiosa, además, si entendemos los peligros que enfrenta el pueblo si su dispersión abre las puertas para que la extrema derecha, vale decir el fujimorismo, el aprismo de Alan García o el candidato Pedro Pablo Kuczinsky (que hoy se pintan de centristas y hasta de izquierdistas) triunfe en las elecciones que se avecinan.

EL IMPERIO PROMUEVE LA DIVISION DE LOS PUEBLOS

No es imposible comprender que dichos actores y el titiritero mayor -el Imperio- no se resignen a perder su “patio trasero” y sean conscientes de la importancia que tiene para ellos, mantener divididas las fuerzas políticas del campo popular; y quieren retomar todo el poder que se resquebrajó, en parte, con la elección del nacionalismo en las elecciones del 2011 y afectar también, con ello, el proceso emancipador que se vive en América Latina.

Quienes conocen la evolución política y social de nuestro continente saben de la perfidia y de la crueldad con la que han actuado la nación del norte y sus aliados internos en nuestros países, desde su origen. En la historia está registrado el rosario de intervenciones, anexiones territoriales y genocidios cometidos en las últimas décadas en América Latina, el medio oriente y otras partes del mundo. Hoy, la agresividad del sistema imperial norteamericano, se manifiesta con más fuerza en estas primeras décadas del siglo XXI, tiene la misma naturaleza genética que la sicología guerrerista y violenta del fascismo alemán.

Por eso propiciaron el golpe reaccionario en Ucrania y apoyan la instauración de un régimen neo-nazi en ese país. Por eso también, la OTAN no descansa en sus provocaciones bélicas, y participa directa e indirectamente en cuanto conflicto que, armado o no, existe hoy en el mundo; y hasta pretende orientar el discurso del Papa Francisco.

El poder global que han adquirido luego de la desintegración de la URSS y el desmoronamiento del bloque socialista en Europa del Est. Eso los llevó a adoptar la conducta típica del matón del barrio, con una pretendida excepcionalidad, con la que disfrazan la idiotez de la superioridad racial propia del hitlerismo. Todo ello nace de las entrañas mismas del sistema imperial, que no puede seguir creciendo y acumulando si no se alimenta de la explotación planetaria.

No son extraños por eso sus intentos de construir un gobierno mundial a su mando. Estados Unidos se cree predestinado para eso. Esas pretensiones, sin embargo, se derrumban como resultado del impacto cada, vez mayor, que ejercen las potencias emergentes que se agrupan en los BRICS, la presencia política, económica y financiera, cada vez mayor, de la China en la zona euro-asiática, la nueva política exterior rusa, el papel de la CELAC y la integración latinoamericana y caribeña.

Todos esto ha resquebrajado la hegemonía mundial del imperialismo y dado al traste con sus sueños de dominación absoluta del planeta. Ya se acabó el mundo unipolar y emergió con perfiles más definidos un mundo multipolar o multicéntrico con propuestas de paz y colaboración para el desarrollo.

En ese contexto, cuando está en juego la supervivencia de las corporaciones que conforman la élite imperial, sería ingenuo pensar, que, si tienen la cobertura y el respaldo de sus vasallos internos, no van activar acciones propias de la “guerra de baja intensidad” para liquidar selectivamente a líderes del movimiento revolucionario y progresista de nuestro país. La delincuencia, el sicariato y otras formas de acción terrorista,, son funcionales a esos propósitos. El asesinato de Pedro Huilca, en 1992, fue sólo un botón de muestra de lo que está en capacidad de hacer la reacción cuando ve peligrar sus privilegios.

EL ESCENARIO LATINOAMERICANO, ES ALECCIONADOR

En un contexto más amplio, lo que ocurre en Honduras, es revelador. Después del golpe de estado contra el presidente Manuel Zelaya, festinado desde la base militar norteamericana, ese país reporta la mayor cantidad de asesinatos de líderes sindicales y políticos en América latina y el caribe. La experiencia histórica reporta muchos hechos de esa naturaleza en América latina y el mundo.

El juego siniestro del Imperio se expresó también en Paraguay, cuando fue desplazado del Poder mediante un “golpe blando” el Presidente Lugo. Y se perfila como una amenaza hoy en Ecuador, donde cobra fuerza la ofensiva reaccionaria contra el gobierno ciudadano del Presidente Rafael Correa, a quien ya pretendieron derrocar en el 2010 mediante una asonada policial. Esa estrategia, con sus variantes, se despliega también contra el gobierno argentino de Cristina Kichner y la administración brasileña de Dilma Rouseff, yaún contra la Bolivia de Evo, a quien buscan descalificar como figura.

En todos los casos, se trama similar propósito: descalificar al gobierno para quebrar la experiencia independentista que asomara con ellos. Como este año está prevista la elección argentina, el Imperio busca ganarlas y abrir una brecha que le permita alentar un cambio en la correlación de fuerzas en América del Sur. El paso siguiente, será el Perú. Y luego asomará la campaña destinada a quebrar la experiencia boliviana.

EN EL PERU SE JUEGA UNA CARTA MAYOR

La inconsistencia del gobierno de Humala y la precariedad y división del Movimiento Popular en el Perú constituyen un campo propicio para la acción de los núcleos más reaccionarios de nuestro continente. Ellos buscan dar un zarpazo contra el pueblo y hacerse del Poder tras Keiko Fujimori, Alan García o PPK. Casi, les da lo mismo.

En ese escenario los peligros que acechan el proceso político en nuestro país, son obvios; sobre todo cuando observamos la dispersión de las organizaciones de izquierda, las deformaciones que han crecido en algunos dirigentes del movimiento y partidos de izquierda quienes ponen por delante intereses personales de tipo electoral -la necesidad del curul- antes que el dialogo y el consenso político.

Por un lado aparecen quienes, con un discurso de izquierda, alimentan su actividad con el financiamiento de la USAID o de alguna otra ONG especializada en esos menesteres. Ellos actúan consciente –o inconcientemente- aplicando una estrategia de división que favorece los planes de la Mafia y el Imperio, cuando no los afanes del APRA y la reacción más negra en todos sus matices. Cumplirán así el papel que tienen asignando por el imperio, en el trabajo de dispersión del voto popular.

Por otro, camarillas descalificadas hablan hasta por los codos de la “unidad”, pero consolidan la división en el afán de preservar espacios partidistas que no tienen cabida en nuestro tiempo. Imponen métodos burocráticos, estrechos, sectarios y manipulatorios, que a nada conducen sino a la derrota del pueblo.

Ni los unos ni los otros, entienden la importancia de la Unidad del Movimiento Popular, ni les importa. En definitiva priman sus intereses pequeños y aldeanos, por los que espiran a seguir siendo sargentos de una tropa dispersa, cuando debieran estar llamados a ser generales de la Unidad en la lucha de muestro pueblo

Estamos realmente a muy poco tiempo de la convocatoria a los comicios nacionales de abril del 2016. Ellos explican la naturaleza de la campaña desquiciadora de la reacción que tiene en el centro de mira al gobierno del Presidente Humala al que buscan demoler a cualquier precio. En otra circunstancia, ellos podrían haber apoyado la política del gobierno que, en buena medida expresa la aplicación del mismo “modelo” neo liberal del pasado. No lo hacen porque no está en la cartilla que usan, hacer ninguna concesión al movimiento popular. Su odio, los lleva a “castigar” al electorado peruano para que nunca más en el país asome siquiera una apariencia de corte patriótico o liberador.

Eso explica la ya enfermiza campaña de desprestigio contra Nadine Heredia a la que juzgan una suerte de “heredera” eventual de la conducción nacionalista que quieren, simplemente, desaparecer del escenario nacional. A ella le enrostran todo porque saben que, finalmente es la única depositaria de la confianza de un sector ciudadano que no se arredra ante la ofensiva de la Mafia.

Si finalmente la derecha “limpia” el escenario y –como es previsible- no asoma una candidatura progresista -izquierdista, progresista o nacionalista, realmente unitaria- la Mafia y el cogollo alanista del APRA tendrán la mesa servida. Es eso, lo que buscan.

Aún hay tiempo para superar esta grave situación. Pero es bueno poner las cartas sobre la mesa y debatir los temas con responsabilidad y valores. A partir de principios, y no de dogmas ilusos.

LA IZQUIERDA TIENE GRAVES RESPONSABILIDADES AL FRENTE

La izquierda -o la que dice representarla- tiene el deber de hablar claro. No puede seguir guardando silencio, como lo ha hecho incluso ante las graves denuncias conocidas respecto a oscuros vínculos entre funcionarios políticos de la embajada de los Estados Unidos en el Perú y dirigentes y líderes de la CGTP. Eso no lo ha dicho “el enemigo”. Ha sido revelado a través de los documentos de Wikilish, que pusieran en evidencia los planes corrosivos del Imperio en diversos confines del planeta.

Y tampoco puede callar ante la marginación que se quiere confirmar afectando a sectores a los que virtualmente se ha marginado del llamado “Frente Amplio” o el “Unete”, que asoma más bien como un “Divídete”, que afecta a nuestro pueblo.

Nosotros hemos dicho en diversas ocasiones que la unidad debe SUMAR FUERZAS. Eso pasa, por unir a todos en base a acuerdos políticos, y no a componendas electorales, ni al reparto de sinecuras eventuales.

Sectores como el Partido del Pueblo –disidentes del cogollo alanista del APRA- el Partido Socialista, el FOCEP^, Perú Libre, el Bloque Popular que lidera Sergio Tejada, o “Sembremos”, recientemente surgido, y otros más; no pueden ser discriminados, marginados ni omitidos si lo que se busca es construir una fuerza de cambio.

El camino –más allá del proceso electoral- pasa por un ACUERDO POLITICO sustentado en un programa de realizaciones en el plano nacional y continental, en la lucha solidaria por afirmar el papel de los pueblos de América Latina.

Esa es la carta que nosotros jugamos con responsabilidad y competencia.

Lima, junio del 2015

El Centro de Estudios Democracia, Independencia y Soberanía.


Escrito por

nuestrabandera

Prensa nacional de izquierda


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Nuestra Bandera

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