Por CARLOS ORTIZ CORNEJO (*)

Muchos han participado en la decimoctava reunión regional americana que se ha llevado a cabo en nuestro país del 13 al 16 de octubre de 2014 con aproximadamente 500 delegados, incluyendo ministros de trabajo, representantes de gobiernos y dirigentes de organizaciones sindicales y empresariales de América Latina, el Caribe, Canadá y los Estados Unidos. Esta reunión tuvo como tema central la transición de la informalidad a la formalidad y la búsqueda de estrategias para la generación de más empleos decentes. Como conocemos algunos este es un concepto de la OIT consensuado a nivel mundial ya que fue formulado por los mandantes de la OIT que son los gobiernos, y las organizaciones de empleadores y trabajadores, que se basa en el reconocimiento de que el trabajo es fuente de dignidad personal, estabilidad familiar, paz en la comunidad, democracias que actúan en beneficio de todos , y crecimiento económico, sintetizando estos conceptos podríamos decir que es necesario crear trabajo decente, garantizar los derechos de los trabajadores, extender la protección social y promover el dialogo social.

Durante los días que ha durado la Reunión Regional en el Hotel Los Delfines se dice que han revisado el avance de las políticas inclusivas y de trabajo digno en el continente aprovechando la presencia de los Ministros de Trabajo, autoridades gubernamentales que son las que pueden dotar de leyes en favor de los trabajadores.

Según la OIT a través de Panorama Laboral en su informe anual el desempleo registra una tasa mínima histórica de 6,3% en América Latina y el Caribe en 2013, aunque la situación laboral es “preocupante” debido a que la falta de dinamismo económico ha impactado el mercado de trabajo, lo que ha ratificado la Directora Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Elizabeth Tinoco, durante su presentación y afirmó que “La región corre riesgo de perder la oportunidad de avanzar en la generación de más y mejores empleos “.

Nos enteramos por algunos medios de comunicación que la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República. Informo que el presidente Ollanta Humala concedió una audiencia al director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Palacio de Gobierno y que dialogaron sobre la Estrategia de Formalización Laboral, aprobada por el Gobierno peruano, así como la promoción del empleo. De igual modo, conversaron acerca de la erradicación del trabajo infantil en el Perú, que es una prioridad política del Gobierno, y también sobre el Plan de Acción.

Se clausuró esta Reunión Regional de la OIT coincidentemente con el día que se celebra el Día Mundial de la Alimentación que también muestra cifras preocupantes ya que actualmente hay aproximadamente más de 805 millones de personas que pasan hambre, cifra que está aún muy lejos de la meta del “hambre cero” que se marcó en los Objetivos de Desarrollo del Milenio cuyo plazo, sabemos que vence a finales del año 2015.

En el discurso de clausura el Director General de la OIT dijo a los delegados de las organizaciones laborales, empleadores y gobiernos que “la democracia solo se fortalece si hay mejores empleos para todos”, lo que podría ser una realidad si los gobiernos de turno respetaran por lo menos los Convenios Fundamentales de la OIT.

Sin embargo, Al margen de los contenidos expresados en su intervención, me llamo la atención que haya destacado que la Comisión de Poderes no haya recibido ninguna queja durante la reunión, lo cual consideró un avance notable en el tripartismo, lo que no se ve -por ejemplo- en nuestro país, ni siquiera en el Consejo Nacional de Trabajo.

Lo substancial de esta Conferencia Regional es que han participado 19 Ministros de Trabajo, representantes de los empresarios y trabajadores de la Región los que han firmado la Declaración de Lima, donde se registra una serie de medidas para promover la lucha contra la informalidad y la desigualdad en la región a través del trabajo decente. “Es muy importante que desde las Américas mandemos al mundo un mensaje común, tripartito, que no hay desarrollo que merezca el calificativo de humano sin trabajo decente y que la democracia sólo se fortalece si hay mejores empleos para todos”, dijo Guy Ryder, Director General de la OIT, en su discurso de clausura. Por su parte Fredy Otárola, ministro de Trabajo y Promoción del Empleo de Perú y presidente de la conferencia dijo “Hemos convenido que la reducción de la desigualdad favorece el desarrollo sostenible y la gobernabilidad”. Habría que tomarle la palabra.

Los últimos datos mencionados por la OIT es que existen 130 millones de trabajadoras y trabajadores en condiciones de informalidad en la región, lo que representa casi el 47 por ciento de la población, además el documento ha subrayado la iniciativa de 25 países para declarar a América Latina y el Caribe como una zona libre de trabajo infantil con el objetivo de que las naciones adopten medidas públicas para eliminar esa práctica y la búsqueda de estrategias para la generación de más empleos decentes productivos y libremente elegidos con protección social. También se han planteado políticas para promover el respeto a la libertad sindical y la negociación colectiva. Pero lo que percibimos es que ha aumentado la tercerización y los diferentes modelos de contratación que beneficia a los empleadores.

Aunque se ha exteriorizado que la Declaración de Lima es muy interesante porque apunta a que se continúe buscando más y mejores empleos, la formalización de la economía, dejando en evidencia el compromiso de trabajadores, empresarios y gobiernos por seguir dialogando y dialogando hasta la próxima conferencia regional y la Conferencia Anual de Ginebra.

El sector empleador persigue el objetivo de un continente más próspero y desarrollado, lo que todos anhelamos pero que se respeten los derechos de los trabajadores. Los altos niveles de crecimiento de la Región pueden entrar en desaceleración. En efecto, proyecciones del FMI muestran que América Latina y El Caribe ya no crecerá 2% este año, sino 1,3% por lo que sostienen que no se pueden aplazar las reformas estructurales que la región demanda.

La región de las Américas sigue teniendo grandes desigualdades y que el reto de combatir la desigualdad requiere de políticas públicas integradas, que promuevan la inclusión social, el empleo productivo y decente, la igualdad de género, eliminación del trabajo infantil, entre otros aspectos que se señala en la Declaración de Lima.

Entre las expectativas expresadas por las partes están que la OIT pueda prestar asistencia para que los países implementen un marco apropiado para adoptar políticas de salarios mínimos, una acción inmediata renovada, específica, dirigida a abordar la crisis del empleo juvenil en temas de educación, formación y políticas del mercado de trabajo. Esperemos que esta Declaración no sea un documento más para los archivos de la historia con el pensamiento del Ministro de Trabajo de Perú de que "la historia política y económica de América Latina aún está por escribirse".

Al margen de las movilizaciones que han realizado algunas organizaciones sindicales en el marco de esta Conferencia es necesario insistir en la unidad de los trabajadores, el fortalecimiento de los sindicatos y no actuar en forma aislada porque no ayuda a concretizar acciones que permitan demandar a los gobiernos neoliberales que tenemos en su mayoría en nuestro continente para que se implementen leyes que permitan mejorar los derechos laborales, la inclusión de jóvenes al mercado laboral con derecho a la seguridad social y la negociación colectiva, la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, mejoras las paupérrimas pensiones de los jubilados y pensionistas de quienes muy pocos se acuerdan.

La CGTP y los trabajadores de empresas estratégicas se movilizaron también que pese a cumplir con las exigencias legales se le negó las garantías lo que demuestra un acto antidemocrático con lo que se buscó silenciar las denuncias que iban a realizar en la Reunión Regional de la OIT sobre la violación de derechos laborales que se cometen en el nuestro país.

Si bien son necesario estas reuniones regionales de la OIT que se realizan cada cuatro años en las regiones: Asia y el Pacifico, las Américas, África y Europa desde 1936 en que se llevó a cabo la primera Reunión Regional de la OIT precisamente en el continente americano.

(*) Secretario Ejecutivo del ILA / Secretario General Adjunto de la FGP / ANP LIMA

Reg. Gremial 3861