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sentido homenaje al amauta

HOMENAJE A J.C. MARIATEGUI

Con motivo del 84 aniversario de kla muete del Amauta, los Amigos de Mariátegui ceklebraron un evento recordatorio la noche del martes 15 de abril. En la ocasiòn, el historiador Ricardo Portocarrero abordó la importancia del pensamiento de Mariátegui desde el punto de vista peruano. Al presentarlo, la Secretaria General de la AAM hizo una intervención qyue reproducimos. El miércoles 16 a lasa 12 del día de colcocaron ofrendas florales en la tumba de Mariategui y el Presidente de la AAM resaltó el hecho

Publicado: 2014-04-16

Palabras de FANNY PALACIOS I. Secretaria General de la AAM

Queridos amigos:

Nos reunimos esta noche en una actividad especial. Se trata de conmemorar uno de los acontecimientos que marcaron el siglo XX. Se cumplen, en efecto 84 años del fallecimiento de José Carlos Mariátegui, ocurrido el 16 de abril de 1930. Un día antes, sin embargo, el 15 de abril, aunque en otra fecha -1938- falleció también otro grande: César Abraham Vallejo Mendoza.

De alguna manera, evocar a uno, es recordar al otro; porque ambos configuran el más diáfano concepto de patria que pueden enarbolar las nuevas generaciones de peruanos. A ambos les rendimos esta noche emocionado homenaje, seguros de que seguirán aportando siempre a la luz y al pensamiento de los peruanos.

José Carlos Mariátegui, como se sabe, retornó de Europa en marzo de 1923 dispuesto a dar una gran batalla y coronar su aporte a la peruanidad. Muy poco después, en 1924, debió afrontar un duro reto de salud. Le hizo crisis la tuberculosis ósea que le había aparecido en la infancia, y debió ser internado e intervenido.

Como se recuerda, fue la decisiva resolución de su esposa, Anita Chiappe, la que, en esta circunstancia, le salvó la vida. Hubo de autorizar se le amputara la pierna, y así lo hizo. La tragedia, sin embargo, permitió que el Amauta viviera seis años más, desde 1924 hasta 1930. En esos seis años cumplió lo que los especialistas han denominado su aporte cumbre. En 1925, en efecto, publicó su primer libro: “la escena contemporánea”. Poco después editaría sus “7 Ensayos…” tan conocidos.

En ese marco, entregaría la revista Amauta, la más calificada publicación periódica surgida en el Perú en todo el siglo XX-; fundaría el Partido Socialista, en octubre de 1928, y un año más tarde, la Central Obrera, la CGTP. La publicación de “Labor” -un periódico destinado a los trabajadores- y la preparación de numerosos escritos que dieron forma a los veinte libros de su colección; ilustraron de manera directa los avatares de la época y dejaron huella indeleble en nuestra historia.

Eso es, en esencia, lo que explica todo: su aporte, su pensamiento, su obra. Pero también el reconocimiento que le rendimos siempre todos los peruanos. Incluso, la existencia de esta Casa, convertida hoy en un primoroso museo. Aquí vivió, escribió, trabajó, pensó; aquí se reunió con sus amigos y colaboradores, pero además, con los trabajadores que le expresaron sus puntos de vista y lo ayudaron a construir el perfil de su vida. Mariátegui es lo que es, por todo eso.

Por sus obras, por sus libros, por el escenario en el que actuó y vivió, por su contribución al pensamiento nacional, por su modo de apreciar las cosas. Pero, sobre todo, por su extraordinaria presencia. Leerlo hoy es como leer lo que está ocurriendo en el Perú ahora. Y pensar en sus enfoques referidos al escenario nacional o mundial, a las tareas de la intelectualidad, a la importancia de la cultura, o a la lucha de los trabajadores; es reivindicar como nuestro, un mensaje de clase que nunca debiéramos abandonar.

Por eso nos convocamos esta noche aquí, en la Casa Mariátegui, que no podía seguir cerrada más tiempo. Y por eso heos invitado a nuestro amigo, el historiador Ricardo Portocarrero Grados, para que nos hable del Amauta. El tuvo a su cargo en los dos últimos años la conducción de la Casa y cumplió sus responsabilidades con altura y probidad.

Y, como lo dijimos el 1 de abril, con motivo de la reapertura de la Casa, jugó un rol decisivo para que este centro siguiera funcionando. Lo recibimos, por cierto, con un comprometido y afectuoso aplauso solidario…


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