EL CULTO FILIAL
Por: Antonio Rengifo Balarezo*
Los 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana pasan largamente el millón de ejemplares publicados no solo en castellano, sino en los principales idiomas del mundo. Dato expuesto por Javier Mariátegui para demostrar que la difusión de la obra de su padre se debe más a la demanda de los lectores “que el patriotismo y el culto filial de sus hijos” (“El Comercio”, Diario, página Editorial, Lima, 14 de abril de 1994).
Indudablemente, el juicio de Javier Mariátegui es verdadero, pero no exacto. Por una parte, la naturaleza de ese libro distorsiona el libre juego de la oferta y la demanda; y, por otra parte, los Mariátegui no son cualquier familia, tienen su particularidad.
En la difusión de 7 Ensayos o en su éxito editorial ha contribuido el basamento material que ha hecho posible la reproducción de la obra, es decir, la empresa editora e impresora de la familia Mariátegui. Y lo es hasta tal punto que en el Perú resulta increíble o inimaginable una publicación de José Carlos Mariátegui que no salga de las prensas de la editorial Amauta S.A.
En la constitución del basamento material, es decir, imprenta librería y editorial, José Carlos Mariátegui reveló su aptitud de organizador y administrador en la actividad gráfica. Actividad a la que estuvo ligado toda su vida. Empezó a trabajar como ayudante de linotipista a los catorce años, después –y a través de la práctica- a oficiar de periodista y escritor.
Antes de viajar a Europa ya conocía lo azaroso de constituir un órgano de prensa sin contar con una imprenta propia. Cuando retorna de Europa nuevamente se liga a la actividad gráfica; pues tiene el proyecto “de concurrir a la creación del socialismo peruano”, y uno de sus instrumentos preparatorios es la prensa.
Esta vez persuadió a su hermano Julio César, quien tenía una imprenta en Huaral para que traslade su negocio a Lima. El mismo José Carlos hizo la renovación tipográfica y la programación editorial… Así es como el año 1925 se constituye la Editorial e Imprenta “Minerva” con su oficina, almacén y talleres en la calle Sagástegui 669.
Julio César reconoció generosamente a su hermano una importante participación nominal en el accionariado, ya que éste no contaba con capital propio. En la flamante empresa “Minerva” Julio César figuraba como gerente a cargo de las secciones: artículos de escritorio, escolar y educativa; y José Carlos como director artístico y literario a cargo de las ediciones de la sección “Biblioteca Moderna” y de la publicación de un boletín bibliográfico.
Los hermanos Mariátegui-La Chira, como libreros, se habían planteado la finalidad de abaratar los libros; pero, además, José Carlos por su orientación política trataba con cierto tino de convertir la prensa en un organizador colectivo. En ese sentido, sus obras y revistas fueron llevadas a la estampa en los talleres de “Minerva”.
Esa actividad empresarial perdura después de la muerte de José Carlos. Continúa desarrollándola Julio César. A la editorial, librería e imprenta ”Minerva” van ingresando a trabajar sus cuatro sobrinos, primero lo hizo Sandro, quien cuando murió su padre tenía ocho años; también Anna Chiappe, su cuñada.
Cuando sus sobrinos adquirieron mayoría de edad, Julio César Mariátegui distribuyó el valor actualizado de las acciones que él había aportado a nombre de su hermano. Con ese capital inicial, Anna Chiappe Vda de Mariátegui e hijos constituyeron una empresa dedicada a la actividad gráfica y librera.
La sociedad familiar se dedica a la publicación y difusión del pensamiento de José Carlos Mariátegui y al fomento editorial de las publicaciones en torno a su obra. Además hizo suya la finalidad fundacional de “Minerva”; producir un libro barato. Lograron dicho objetivo a partir de 1957, al inicio de un régimen constitucional luego de una dictadura de ocho años.
En ese contexto apareció, un formato “de bolsillo”, la primera edición popular de los 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana; fueron 50,000 ejemplares, cifra desusada para la época. Al año siguiente se lanzó una segunda edición popular con el mismo número de ejemplares. Y en 1959 se publicaron por primera vez las ediciones populares de las llamadas obras completas de J.C. Mariátegui.
7 Ensayos y el resto de obras de Mariátegui no sólo estuvieron al alcance del pueblo por su precio reducido, sino por la novedosa promoción de ventas. Con la celebración de festivales se puso físicamente el libro al alcance del pueblo. Se instalaron vistosos kioscos en los lugares de mayor concurrencia de gente del pueblo, exponiendo los libros en paquetes encintados y en primorosas cajas de cartón. De esta manera, 7 Ensayos empieza a tener acogida masiva.
Otra característica que particulariza a la familia Mariátegui es el culto filial de los hermanos Mariátegui-Chiappe hacia su padre. Ese valor supremo los unifica, independientemente de las diferencias internas. El mérito es de Annita Chiappe, quien apoyó toda su vida la obra de su esposo y que ahora se proyecta en la celebración del centenario del nacimiento de José Carlos Mariátegui.
En suma, la capacidad empresarial y la habilidad artística orientadas por el culto filial han materializado un prodigio Mariátegui total. Edición en dos tomos que engalana los actos celebratorios y constituye un manantial inagotable de sabiduría.
(*) Sociólogo, exprofesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. / Artículo publicado en la Gaceta sanmarquina. Año 5 Nº 22 Órgano oficial de la UNMSM. Número dedicado al 1er. Centenario del nacimiento de J.C. Mariátegui. Lima 1994